Un clérigo musulmán radical, que fue deportado de Bélgica por ser «un peligro para la seguridad del Estado», está predicando en varias zonas del centro de La Haya, en el sur de los Países Bajos, informó el diario holandés De Telegraaf.
«Sabemos que está en La Haya. Pero es que tiene pasaporte holandés, por lo que puede estar en La Haya, Groninga, Maastricht o cualquier otro sitio. Si viola la ley, se tomarán medidas contra él», confirmó un portavoz municipal.
El religioso, Alami Amaouch, también conocido como Imam Abu Hamza, es de origen marroquí, aunque obtuvo la nacionalidad neerlandesa tras casarse en los años 90 con una holandesa en La Haya.
El año pasado, fue expulsado de Bélgica y no podrá volver a entrar a ese país en 10 años.
Bélgica le acusó de «ser un peligro para la sociedad por glorificar el terrorismo y predicar el odio» y fue descrito como «un veneno para la juventud musulmana».
En uno de sus sermones, Amaouch habló con una bandera negra del autodenominado Estado Islámico (EI) y, según los servicios de inteligencia belgas, decenas de sus seguidores se radicalizaron y se trasladaron a Siria para luchar en filas extremistas.
Bélgica intentó frenar a este imán en varias ocasiones, pero siempre recurría sus sentencias a la apelación y logró alargar su estancia.
Abu Hamza pasó cuatro años activo en la aldea valona de Dison, cerca de la ciudad de Verviers, donde se desmanteló una célula yihadista que planeaba atentar en Bélgica hace dos años.
El Ministerio de Seguridad y Justicia suele tomar medidas severas en caso de que una persona sea un peligro reconocido para la seguridad nacional, o acciones administrativas, como la prohibición temporal de predicar en una zona determinada y el requerimiento de notificación previa.
El hijo de Amaouch, que sigue en Bélgica, también saltó a las noticias en 2016, tras publicar un vídeo de Youtube en el que oraba, con 15 años, pidiendo «la muerte de los cristianos».