La Comisión Europea ha anunciado este lunes la apertura de una investigación formal contra la popular red social TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance, para determinar si la plataforma ha violado las estipulaciones de la reciente Ley de Servicios Digitales (DSA), centrando la atención en su diseño algorítmico y las medidas adoptadas para la protección de los menores.
La decisión de la Comisión, según el Comisario de Mercado Interior Thierry Breton, se fundamenta «en la necesidad de proteger el bienestar físico y emocional de los jóvenes europeos», subrayando la importancia de un entorno digital seguro y confiable. La investigación se enfocará en la adicción y otros efectos negativos derivados del uso de TikTok, así como en la confidencialidad y seguridad de los datos de los menores.
La ley ha reavivado el debate sobre la parcialidad ideológica de la DSA, especialmente en lo que respecta a su aplicación sobre plataformas como X. Críticos argumentan que la ley, bajo la premisa de regular y asegurar un espacio digital más seguro, puede estar inclinando la balanza hacia una censura de contenidos que no están en la línea progresista o la cultura ‘woke’.
El eurodiputado Rob Roos, del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, defendió a Elon Musk, director ejecutivo de X: «La libertad de expresión no es sólo un derecho, es una necesidad para una democracia saludable. La Comisión Europea quiere acabar con la plataforma de Musk con la orwelliana Ley de Servicios Digitales. A esto lo llamo censura».
A pesar de las dudas hacia la aplicabilidad y enfoque de la DSA, existe un consenso más amplio sobre la necesidad de escrutar a TikTok por su vinculación con China y las crecientes preocupaciones sobre la influencia de Pekín en plataformas de gran alcance global.
La Comisión Europea, sin un plazo legal definido para la duración de esta investigación, ha señalado que la complejidad del caso y el nivel de cooperación de TikTok influirán en el proceso. La apertura de la investigación formal contra TikTok se suma a una serie de investigaciones preliminares llevadas a cabo por la Comisión en los últimos meses y que incluye a gigantes tecnológicos como Meta, Alphabet y AliExpress.
