Un estudio de la revista Journal of comparative economics publicado en marzo de 2023 concluye que los delitos cometidos por inmigrantes musulmanes caen un 11% durante el Ramadán. Los autores, Carlo Birkholz, de la Universidad de Mannheim, en Alemania; y David Gomtsyan, de la Universidad de Clermont Auvergne, en Francia, se basan en los datos de la Policía suiza entre 2009 y 2020.
También consideran que la reducción se debe, sobre todo, a cambios por las creencias de los inmigrantes, sin notar la influencia de la pérdida de fuerza debido al ayuno. Ponen como ejemplo la actividad delictiva de estos inmigrantes durante el Ramadán de 2020, que tuvo lugar en mayo. En ese tiempo, se estudió la rebaja de la delincuencia para determinar qué papel jugaba la disminución de la capacidad física. Teniendo en cuenta que los delitos penales requieren un esfuerzo y energía significativos para implementarse, deberían observarse disminuciones mayores al final del Ramadán, cuando existe más agotamiento por el ayuno continuo.
Sin embargo, ocurre exactamente al revés: el mes anterior comienza la reducción de la tasa criminal. El Eid al-Fitr, la fiesta del fin del ayuno, supone el día con la tasa criminal más baja (una bajada de casi el 4%). Durante el mes siguiente los índices de delitos suben progresivamente hasta situarse de nuevo en las cifras anteriores. Afirman que «se produce un retorno al comportamiento natural de los individuos».
Suiza es el país elegido por los analistas para estudiar sus tasas de criminalidad porque acoge a un gran número de inmigrantes de diversos países. Según la Oficina Federal de Estadística de Suiza (FSO), las personas nacidas fuera de Suiza representaban alrededor del 30% de los habitantes en 2017. El 5% eran inmigrantes musulmanes. De los países con una alta población musulmana, Kosovo es el que contaba con una comunidad más numerosa.
En total 88.715 habitantes, el 1% del total de la población suiza. Le seguía Turquía con 80.655 habitantes. Pues bien, entre los nacidos en Suiza la media diaria de delitos cometidos en período de Ramadán es de 256. Entre los nacidos en Kosovo es de 17, en Argelia de 14 y en Turquía de 10. Entre los nacidos en países extranjeros no musulmanes con amplia presencia en Suiza se registran cifras más elevadas. Los nacidos en Rumanía alcanzaban una media de 20; y los originarios de Portugal de 17,7.
Los investigadores llegaron incluso a estudiar la climatología para descartar elementos externos al propio Ramadán en la reducción de delitos del 11%. Tuvieron en cuenta factores como la lluvia, ya que la propensión a cometer delitos es menor cuando llueve. Sin embargo, el mes de ayuno y oración de los musulmanes coincidió en la mayoría de esos años con el verano, por lo que ese no podía ser el motivo.
El artículo científico deja claro también el sesgo de los autores, al afirmar literalmente que «la mayor prominencia de los musulmanes conduce a resultados electorales más polarizados». Este fenómeno lo documentan en municipios alemanes con mezquitas. Aunque reconocen que «una de las principales preocupaciones en los países de acogida que podría provocar un sentimiento tan negativo puede ser la actividad delictiva de los inmigrantes».
Birkholz y Gomtsyan concluyen así el estudio: «La explicación principal (al fenómeno) son los cambios de creencias impulsados por una práctica intensiva de la religión». Algo que consideran «importante para el debate público sobre los inmigrantes musulmanes, sus creencias religiosas y sus prácticas en los países occidentales».
