«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
sólo tres de los 25 alumnos hablan alemán

La «integración» en la Austria «multicultural»: un niño, obligado a aprender árabe porque sus compañeros de clase no hablan alemán

Una mujer con hiyab frente a un colegio. El Mundo

La realidad de la inmigración masiva vuelve a chocar con el sentido común en Austria. En una escuela del distrito vienés de Alsergrund, un alumno de primer grado ha comenzado a aprender árabe por iniciativa propia porque apenas puede comunicarse en clase: sólo tres de los 25 alumnos hablan alemán. Así lo ha denunciado el abuelo del menor, a través de una columna publicada este lunes en el medio local Heute.at.

“Durante el recreo y después de la escuela, el único idioma que se habla es ‘el de fuera’”, ha relatado el abuelo. «¿De qué otra manera se supone que se comunique con sus compañeros?”, ha añadido.

No se trata de un caso aislado. El director de una escuela primaria de Alsergrund declaró en abril que tres cuartas partes de los 170 alumnos no tienen el alemán como lengua materna y que el 30% no lo habla en absoluto. En muchos casos, los responsables del centro deben emplear intérpretes para comunicarse con los padres, que ni siquiera entienden la obligatoriedad de la asistencia escolar.

Además de las barreras lingüísticas, los docentes alertan de un aumento de los conflictos y la violencia, protagonizados sobre todo por estudiantes sirios. Se han reportado agresiones en el aula y episodios preocupantes durante el Ramadán: los alumnos, en edad escolar, ayunan para no ser señalados como “perdedores”, lo que provoca desmayos.

El cambio cultural también afecta al comedor escolar. En marzo, Heute.at informó de que una escuela de Alsergrund había eliminado el cerdo del menú escolar, una medida tomada para evitar que los niños musulmanes se sintieran excluidos.

Y una tendencia similar se extiende por Alemania. En ciudades como Berlín y Düsseldorf, diversas guarderías han retirado la carne de cerdo por “consideración” con los niños musulmanes. Según explicó un portavoz de Cáritas Düsseldorf a Rheinische Post, “no es bueno para la dinámica de grupo” que algunos menores reciban un menú diferente, por lo que los niños alemanes deben abstenerse del cerdo en beneficio de la “cohesión”.

Mientras tanto, los autóctonos se ven forzados a adaptarse a la nueva normalidad, incluso si eso significa aprender árabe en su primer año de escuela.

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