La Justicia de Francia ha abierto más de 60 investigaciones por amenazas de bomba falsas, que se han multiplicado en los últimos días, especialmente tras el ataque islamista de hace diez días en un colegio de Arras y en el marco de la guerra en Oriente Próximo entre los terroristas de Hamás e Israel.
Un profesor fue asesinado y otras dos personas resultaron heridas en un instituto de Arres, en el norte de Francia, después de que un antiguo alumno irrumpiese en el centro armado con un cuchillo. El asaltante, de origen checheno y ya fichado por las autoridades, gritó «Allahu Akbar» (Alá es grande), según fuentes de la televisión pública.
Desde entonces, una oleada de falsas alarmas ha inundado en país, llegando incluso a paralizar numerosos centros educativos, establecimientos culturales y de transportes, incluidos aeropuertos; y provocando el desalojo en hasta siete ocasiones del Palacio de Versalles.
De hecho, el pasado jueves un individuo llamó alertando de que el trono del antiguo monarca Luis XIV iba a «estallar», lo que provocó una de las siete evacuaciones del palacio. Las autoridades lograron identificar al autor de la amenaza, que ahora está detenido y deberá comparecer este lunes ante la Justicia y se enfrenta a una posible pena de dos años de prisión y una multa de 30.000 euros.
El ministro de Transportes, Clément Beaune, ha informado de que los aeropuertos del país han sido objeto de hasta 70 alertas falsas sobre amenazas de bomba. «Casi siempre se utiliza la misma dirección de correo, que además (…) está localizada fuera de la Unión Europea, en Suiza», ha detallado.
Por otro lado, desde el comienzo del curso escolar a comienzos de septiembre, las escuelas de Francia han sido objeto de cerca de 300 amenazas de bomba.