Cinco inmigrantes tienen heridas de bala y cuatro están entre la vida y la muerte. El titular de Interior, Gérard Collomb, se ha desplazado a la zona.
La violencia en Calais se ha desatado tras unos meses de tensa calma e incidentes aislados. Esta madrugada se han registrado numerosos enfrentamientos entre inmigrantes afganos y africanos con una violencia «jamás vista». Más de 20 personas han resultado heridas, cuatro de ellas en estado grave, que se debaten entre la vida y la muerte.
«Debido a los graves incidentes sucedidos hoy, me desplazo esta misma tarde a Calais para analizar la situación con el prefecto (delegado del Gobierno), la alcaldesa de la ciudad y los actores locales», anunció Collomb en las redes sociales.
Los hechos se produjeron durante un reparto de comida, cuando afganos y eritreos protagonizaron una multitudinaria pelea. Las incidentes entre inmigrantes en esta ciudad son frecuentes y han dejado varias decenas de heridos y algunas víctimas mortales, la última un joven de 22 años apuñalado el pasado agosto.
En Calais, se llegaron a concentrar en 2016 hasta 10.000 inmigrantes en el que fue llamado campamento de «La Jungla», desmantelado por las autoridades francesas en octubre de ese año. Actualmente, se calcula que habitan entre 550 y 800 inmigrantes en la zona.
Sus ocupantes procedían, sobre todo, de Afganistán, Sudán y Eritrea y en su mayoría buscaban cruzar al vecino Reino Unido.
Se trata del peor balance desde el 1 de julio de 2017, cuando las peleas entre diferentes grupos étnicos dejaron 16 heridos, incluida una persona grave. En términos de víctimas, volvemos a una situación muy similar a la de 2015, año en que se creó el campamento conocido como «La Jungla», desmantelado en octubre de 2016.
Los esfuerzos de Macron
Hace unas semanas, el presidente francés, Emmanuel Macron, se comprometió a redoblar los esfuerzos para luchar contra la inmigración ilegal, evitar que aparezcan nuevos campos de refugiados en el país y mejorar las condiciones de acogida y de tratamiento de las demandas de asilo.
Tras visitar el citado campo de acogida de Calais, Macron mantuvo un discurso de firmeza al tiempo que anunció “humanidad” con los inmigrantes. El presidente francés señaló que no se mejora la situación de los inmigrantes “con discursos de buena conciencia”, al tiempo que anunció una mayor implicación del Estado para mejorar las condiciones de acogida.
En ese sentido, señaló que a partir de ahora será el Estado el que se ocupe de alimentar a los inmigrantes, una labor que hasta el momento aseguraban asociaciones humanitarias.
Macron indicó que pedirá ayuda al Reino Unido para mejorar las condiciones en la región de Calais, que definió como centro de paso de inmigrantes con destino a ese país y sin vocación de permanecer en Francia.
En línea con el proyecto de ley sobre inmigración que prepara su Gobierno, Macron se comprometió a “recibir a todo el mundo”, a acortar los plazos de estudio de las demandas de asilo, a proteger a aquellos que vean aceptado ese derecho pero también a expulsar a quienes sean rechazados.