«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
están a punto de cumplirse 1.000 días de guerra

La UE debate este lunes redoblar el apoyo a Ucrania ante la vuelta de Trump a la Casa Blanca

Josep Borell y el ministro de Exteriores de Ucrania. Kirill Chubotin

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) tratarán este lunes cómo dar un paso adelante en el apoyo militar a largo plazo a Ucrania frente a la agresión rusa, ante la perspectiva de que Estados Unidos flaquee en el suministro militar y el apoyo a Kiev con la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca.

En la primera cita de Exteriores desde que Trump ganó las elecciones, los 27 lidiarán con el nuevo escenario que puede generar Washington si recorta la ayuda militar a Ucrania. «Sea lo que sea que traiga la nueva administración americana, la UE debe doblar su apuesta en apoyar a Ucrania, especialmente en el campo militar», ha indicado un alto cargo de la UE, sobre la necesidad de que el bloque europeo trabaje para cubrir la posible reducción del respaldo estadounidense tras la llegada de Trump y en un momento complicado en el campo de batalla para el Ejército ucraniano.

«Hemos escuchado distintas ideas desde Washington y el entorno de Trump, no sabemos todavía y hasta el 20 de enero no habrá nada concreto, pero debemos aumentar el apoyo», ha añadido. En Bruselas reconocen que la situación sobre el terreno es difícil, pero insisten en que la UE tiene que estar a la altura de sus propias palabras a punto de cumplirse 1.000 días de guerra y de reconocer que la agresión rusa es una amenaza existencial para el bloque.

En su reciente viaje a Ucrania, el Alto Representante para Política Exterior, Josep Borrell, ya insistió en que la UE debe dar un paso adelante y tomar decisiones rápido para evitar incertidumbre en las filas ucranianas. «No podemos estar en una situación en la que Estados Unidos actúa y los europeos reaccionan. Tenemos que asumir nuestra propia responsabilidad y asegurar a Ucrania que nuestro apoyo continuará», aseguró.

Los ministros debatirán igualmente el futuro del vínculo trasatlántico, en una coyuntura en la que la nueva administración puede tensar las relaciones comerciales o que su trato con China se vuelva más áspero, algo que también influirá en Europa.

Suspender diálogo político con Israel

Los ministros tendrán sobre la mesa la propuesta del Alto Representante para suspender el diálogo político con Israel, a la vista de las «denuncias por violaciones de Derechos Humanos en la ofensiva en Gaza».

La iniciativa busca mandar un mensaje político a Israel de que la UE censura sus acciones en la región de Oriente Próximo, donde ha atacado Líbano después de lanzar una ofensiva a gran escala contra la Franja, y desde la diplomacia europea defienden que Borrell siempre ha abogado por que «las acciones deben tener consecuencias».

De todos modos, el debate se presenta de alto voltaje y con poco margen de avanzar por la negativa expresada ya por un puñado de Estados miembros entre los que se encuentra Alemania, Países Bajos o República Checa. «No estamos dispuestos a suspender el acuerdo de asociación y sus elementos. Sí, hay un problema con los derechos humanos y el derecho internacional y lo vemos en este contexto, pero no creemos que haya que cerrar un canal de comunicación», ha indicado una fuente diplomática de uno de los países escépticos.

En este sentido, los críticos lamentan que la propuesta no arregla nada en el terreno y sólo dificulta las relaciones ya complicadas con las autoridades israelíes. «Haría aún más difícil hablar con los israelíes. Y lo que podemos hacer, y sé que con un efecto limitado, es hablar con los israelíes«, añade la fuente, mientras que algunos critican que la medida sólo agudiza la división entre los 27 y llega sin la preparación y diálogo necesario para una decisión de este calado.

Así las cosas, algunos denuncian que la medida es un «regalo de despedida» ante el que probablemente sea la última reunión de Borrell con los ministros de Exteriores antes de que la ex primera ministra de Estonia Kaja Kallas le suceda en el cargo. Nada más conocerse el paso, una fuente diplomática criticó que se trataba de una maniobra «completamente indignante» que venía de un «pato totalmente cojo», en referencia a que Borrell vive sus últimos días en el puesto y ha perdido toda autoridad.

Nuevas medidas contra Georgia

La crisis en Georgia, tras las elecciones legislativas marcadas por irregularidades, es otro de los temas que están en el menú de los ministros. Frente a la demanda de un sector de Estados miembros que pide tomar medidas contra Tiflis por la deriva democrática en el país, como la suspensión de la liberalización de visados.

De todos modos, otros Estados miembros enfrían este escenario y señalan que no hay la unanimidad requerida para tomar decisiones ya el lunes, aunque los ministros debatirán próximos pasos y una de las opciones que sopesen los 27 sea limitar los visados diplomáticos.

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