Las estadísticas del Ministerio del Interior de Alemania han reflejado un total de 13.320 casos de violación y agresión sexual en 2024. Esto representa un aumento del 9,3% en comparación con el año anterior (12.186 casos), una tendencia que la ministra federal en funciones, Nancy Faeser (SPD), ha calificado como profundamente alarmante. Durante la presentación de los últimos datos de criminalidad elaborados por la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA), Faeser ha subrayado la necesidad urgente de tomar nuevas medidas.
Entre las propuestas planteadas por la ministra para reforzar la protección de las víctimas se incluye la implementación de dispositivos de control como las pulseras electrónicas para evitar que los agresores reincidan o se acerquen a las personas afectadas. También ha pedido reforzar los sistemas de apoyo y asistencia, así como agilizar los procesos judiciales contra los responsables. «La lucha contra la violencia hacia las mujeres debe ser una de las prioridades del futuro Ejecutivo», ha afirmado Faeser.
De los 11.329 individuos señalados por su implicación en delitos sexuales durante 2024, cerca del 61% eran ciudadanos alemanes (6.892), mientras que el 39% restante (4.437) eran extranjeros. Estos datos han vuelto a poner sobre la mesa el debate en torno a la composición demográfica de los sospechosos, aunque desde el BKA han recordado que la proporción de población extranjera en el país también ha aumentado durante el año.
En términos más amplios, los delitos contra la libertad sexual sumaron cerca de 43.000 casos en 2024, y la inmensa mayoría de las víctimas fueron mujeres: el 91,3%. A pesar del repunte en las cifras, los investigadores creen que una parte de este incremento puede deberse a una mayor conciencia social y a una disposición creciente por parte de las víctimas a denunciar, lo que podría estar reduciendo la llamada «cifra negra» de delitos no reportados.