La arrolladora e inesperada victoria de Donald Trump en Estados Unidos ha demostrado lo que, por otra parte, ya sabíamos: las encuestas de intención de voto no son de fiar. Ninguna de las importantes, de las que reflejan los grandes medios, preveía que el republicano fuera a imponerse a Kamala Harris, menos aún por una ventaja tan significativa.
Pero sí hubo organizaciones que acertaron: las casas de apuestas. Obviando la cocina demoscópica, nadie se juega nada respondiendo a una encuesta, mientras que quien apuesta es porque quiere ganar y teme perder, y por eso el margen de acierto es mayor. Y ahora una de las principales casas de apuestas en Gran Bretaña, Labrokes, prevé una futura victoria del líder de Reform UK, Nigel Farage, como próximo primer ministro.
Las probabilidades de que Farage gane se han acortado después de que una encuesta de Find Out Now revelara que Reform UK tiene un apoyo popular del 24%, sólo dos puntos por detrás de los conservadores y un punto por delante del Partido Laborista.
Sí, los laboristas están en la cola, aunque hayan ganado las pasadas y recientes elecciones y tengan a su hombre, Keir Starmer, en el 10 de Downing Street. Desde que llegó al gobierno, la popularidad del partido de extrema izquierda se ha desplomado tras el flagrante incumplimiento de las promesas que hizo en campaña, por no hablar de medidas atroces como detener a gente por opinar lo que no debe en redes sociales.
Nigel Farage, antiguo eurodiputado conservador, saltó al estrellato político europeo al convertirse en el principal promotor del Brexit, la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea tras un referéndum en el que ganó el «sí» contra todo pronóstico. Después fundó su propio partido, Reform UK, que pretende volver a las esencias del conservadurismo con un énfasis marcado en el soberanismo y el fin de la inmigración ilegal masiva.
Ahora, con un partido tory que lleva décadas gobernando con resultados más que decepcionantes y una wokeización evidente y un laborismo que representa todos los vicios de la izquierda y ninguna de sus supuestas virtudes, el Reform no puede hacer otra cosa que subir. Incluso varios exdiputados tories se han pasado a las filas de Farage.
