El partido patriota Alternativa para Alemania (AfD) ha puesto su mirada en las elecciones que tendrán lugar este domingo en el estado federado de Brandeburgo, un ejercicio con el que buscan consolidar su liderazgo tras los buenos resultados obtenidos durante el último mes en Turingia y Sajonia, dos estados de gran peso en el este de Alemania.
La contienda tiene lugar en un momento de elevada tensión a nivel nacional en un país cada vez más polarizado y con unos crecientes niveles de violencia política. El candidato del AfD, Hans-Christoph Berndt, parte como favorito para hacerse con la victoria.
Berndt es el fundador de la asociación antiinmigración Zukunft Heimat, considerada por la Oficina Estatal para la Protección de la Constitución (la agencia de Inteligencia alemana dependiente del Ministerio del Interior) como una agrupación de extrema derecha e «influencia neonazi». Sin embargo, sus manifestaciones se limitan a reivindicar la soberanía nacional y criticar la inmigración ilegal y la «islamización» de Alemania.
La última encuesta de intención de voto da al AfD un 28 por ciento de los apoyos, seguido a poca distancia por el candidato de los socialdemócratas del SPD, Dietmar Woidke, con un 25 por ciento de los respaldos. Justo detrás se encuentra el conservador Jan Redmann, que se haría con un 16 por ciento de las papeletas, según datos de INSA.
Estos resultados establecen una diferencia respecto a las elecciones celebradas en 2019, cuando el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) obtuvo el 26,2 por ciento de los votos, por delante del AfD, con el 23,5 por ciento, y de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU), que quedó en tercer lugar.