La respuesta a una controvertida investigación dirigida al Gobierno Federal ha revelado que en Alemania hay actualmente casi 150.000 personas buscadas por órdenes de arresto. De acuerdo con los datos facilitados por el Ministerio del Interior a raíz de una pregunta parlamentaria del diputado de AfD Sebastian Münzenmaier, hasta el 1 de abril de 2025 el sistema central de información policial Inpol-Z contabilizaba un total de 148.515 individuos con órdenes de detención activas.
Llama la atención que una gran mayoría de estas personas —concretamente, el 88,3%— poseen pasaporte extranjero. Sólo alrededor del 12% de las órdenes afectan a ciudadanos alemanes, es decir, unas 17.413 personas. Sin embargo, en este último grupo no se ha detallado si tienen antecedentes migratorios, lo que impide una valoración precisa sobre su origen.
La nacionalidad de los más buscados está dominada por ciudadanos de una decena de países, encabezados por rumanos (16.367), polacos (12.968), georgianos (7.309) y turcos (6.356). Estos cuatro grupos representan una parte significativa de las órdenes activas. Este patrón refuerza, según ciertos sectores, la percepción de que los delitos cometidos por extranjeros son una cuestión de creciente preocupación en Alemania.
El diputado Münzenmaier, en declaraciones al medio Nius, afirmó que estas cifras confirman la existencia de un «problema estructural con la criminalidad extranjera», tanto en lo que respecta a los centros penitenciarios como a las órdenes judiciales no ejecutadas. A su juicio, la actual política migratoria debe ser revisada de forma urgente para garantizar la seguridad nacional. Entre sus propuestas figuran el refuerzo de los controles en las fronteras, la expulsión inmediata de delincuentes extranjeros, la retirada de ayudas sociales y, en casos de doble nacionalidad, incluso la revocación de la ciudadanía alemana.
Además de las órdenes de arresto pendientes, la respuesta del Ejecutivo revela que los cuerpos de seguridad tienen localizadas a unas 656.000 personas buscadas por diversos motivos. También en este ámbito, los ciudadanos extranjeros representan la inmensa mayoría, con apenas un 15% de los casos relacionados con alemanes. Esta cifra pone de manifiesto, según Münzenmaier, la necesidad de repensar el modelo de país como receptor de inmigración.
El político de AfD advirtió que, si no se toman medidas contundentes, Alemania corre el riesgo de convertirse en «el refugio criminal de Europa». Asegura que el ideal de una nación abierta ha sido distorsionado, y que la falta de control efectivo sobre quién entra y permanece en el país está generando un efecto llamada muy peligroso.