La presidente del Consejo de ministros de Italia, Giorgia Meloni, ha sido galardonada con el premio Global Citizen el pasado día 24 de septiembre. Durante su estancia en Nueva York para participar en la 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas, la política italiana coincidió con el magnate sudafricano Elon Musk, quien compartió sus opiniones respecto a Meloni, asegurando que es una persona «auténtica, honesta y considerada» e «incluso aún más bella por dentro».
Musk estuvo presente también en la gala de premios que organizaba el Atlantic Council, un think tank fundado en 1961, y fue el encargado de entregar el galardón a Meloni después de que ella lo pidiera expresamente. La buena relación entre ambos, la demostrada coincidencia de valores y políticas y la obvia complicidad que las cámaras captaron durante la velada en Nueva York han provocado numerosas reacciones a las puertas del inicio oficial de la campaña electoral del expresidente Donald Trump, a cuya candidatura el fundador de Tesla también ha ofrecido su firme apoyo.
Musk ya estuvo presente en la reunión anual que Fratelli d’Italia organizó en Atreju el pasado mes de diciembre, donde coincidió también con el presidente de VOX, Santiago Abascal. Allí, el empresario remarcó la importancia de las políticas natalistas para revertir el descenso demográfico de Occidente.
En las últimas semanas, Musk ha compartido en su red social X varios vídeos de Giorgia Meloni y de su vicepresidente Matteo Salvini mostrando su apoyo a la línea que el Gobierno de Italia mantiene con respecto a la inmigración masiva ilegal que sufre Europa y a las mafias de tráfico de seres humanos. La relación entre Musk y Meloni, además, también podría ser de alto impacto en Europa, pues el empresario ha establecido Italia como puerta de entrada al continente, por lo que el país podría beneficiarse de las nuevas tecnologías de Starlink, compañía de Musk dedicada al sector espacial.
Durante su discurso de aceptación del premio, que en el pasado recibió Volodimir Zelenski, Giorgia Meloni reivindicó con firmeza la noción de Occidente, su legado y su futuro, poniendo como claves en ese futuro el patriotismo y la voluntad personal y política. La italiana se refirió a un artículo de opinión de Anthony J. Constantini publicado en la edición europea de Politico el año anterior en el que se la acusaba de «nacionalismo». Meloni aseguró que, a pesar de las etiquetas de otros actores políticos, «no deberíamos avergonzarnos de usar y defender palabras y conceptos como nación y patriotismo», ya que estas nociones representan «más que un lugar físico; significan un estado mental al que uno pertenece al compartir cultura, tradiciones y valores».
Meloni hizo un recorrido sobre el papel de Occidente, su relación con el llamado Sur Global y con los países africanos, y sobre cómo Europa y Estados Unidos deben «afrontar los desafíos imposibles que nos plantea esta época» aprovechando las lecciones del pasado: «Toda crisis esconde también una oportunidad». Llamó a mantenerse firmes en la defensa de los valores occidentales, a favor de la libertad personal, de los derechos humanos y de la naturaleza, frente a quienes buscan destruir esos legados y «borrar violentamente los símbolos de nuestra civilización» o quienes aseguran que la llama de Occidente ya está extinta y su papel en el mundo, acabado. Respecto a esto, Meloni aseguró que el patriotismo y la reafirmación de los valores propios occidentales son, de hecho, la mejor salvaguarda frente a ese declive.