La decisión del Gobierno italiano encabezado por Giorgia Meloni, demuestra tan sólo seis meses después de recortar los subsidios, decisión que generó una polémica en el país, era correcta al reducir en más de 100.000 personas el número de parados. Con los últimos datos de la oficina estadística de la Comisión Europea (Eurostat) disponibles, de diciembre de 2023, ya se aprecia una bajada del desempleo de 127.000 personas respecto a cinco meses antes.
El pasado agosto de 2023, el Ejecutivo limitó las ayudas de la Renta Ciudadana (RdC), equivalente al Ingreso Mínimo Vital (IMV) español sólo a hogares con miembros discapacitados, y menores o mayores de 60 años con bajos ingresos. El equivalente el IMV italiano había sido implantado por Giuseppe Conte en 2019, como un subsidio para parados y personas sin ingresos mínimos por encima del umbral de la pobreza. Hace un año cobraban en RdC un millón de familias, y tras la decisión del Ejecutivo, esta cifra se ha reducido drásticamente hasta unas 600.000, casi la mitad.
Independientemente del efecto positivo en la Economía italiana de la reducción de ayudas para personas con capacidad de buscar un trabajo, la tendencia en el país desde la llegada de Meloni al poder es la de la creación de empleo, como refleja la cifra total de parados que se sitúa en 1,83 millones de desempleados, la más baja de los últimos quince años.
Como publicó LA GACETA en diciembre, el empleo en Italia alcanzó niveles récord en el primer año del nuevo Gobierno. La tasa de ocupación se ha elevado este 2023 hasta el 61,8%, la más alta desde el año 1977. En el tercer trimestre del año, hubo un aumento total del nivel de empleo del 0,4% en relación con los tres meses anteriores, lo que supuso un total de 104.000 nuevos ocupados.
