«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Merkel admite la responsabilidad árabe en la oleada de antisemitismo

La canciller ha prometido a la comunidad judía hacer «todo lo posible» para garantizar su seguridad.


Los problemas de seguridad seguridad se le acumulan a Angela Merkel. Las imágenes del ataque a un ciudadano judío a manos de un inmigrante árabe dieron la vuelta al país y la reacción popular no se hizo esperar. A la canciller no le quedó más remedio que admitir la realidad y se ha comprometido este lunes ante la comunidad judía para «hacer todo lo posible» para garantizar su seguridad.
«Tras la llegada de inmigrantes y refugiados a nuestro país se ha ido creando una oleada de antisemitismo», ha asegurado Merkel, que se ha referido a los últimos ataques ocurridos en el país en una entrevista para una cadena local.
Hace unos meses, el presidente del Consejo Central de los Judíos Alemanes, Josef Schuster, pidió hacer frente al antisemitismo a través de medidas educativas en los llamados cursos de integración.
«Las tendencias antisemitas tienen que ser un tema central en los cursos de integración», dijo Schuster. «Tal vez pueda organizarse que quienes participan en los cursos de integración visiten memoriales de los campos de concentración o museos judíos», agregó.
No obstante, Schuster advirtió de que no se puede esperar que la integración se logre con un curso de dos años.
«El Gobierno ha hecho mucho por la integración de los refugiados pero quien crea que ésta se logra con un curso de dos años se equivoca. La experiencia con los inmigrantes judíos de la antigua Unión Soviética nos muestra que una integración plena tarda una generación o hasta dos generaciones», dijo.

La ‘normalidad’ alemana

La normalidad de la que Merkel presume en Alemania no existe. A pesar de que las autoridades traten de esconder la realidad que se vive el país, en 2017 se han batido cifras históricas de detenciones de personas relacionadas con el islamismo radical.
El fiscal federal alemán ha anunciado que en 2017 se llevaron a cabo más de 1.000 investigaciones preliminares, aunque por el momento sólo dos han sido llevados a juicio hasta el momento. «El número de detenidos por islamismo ha aumentado y ya no se puede esconder que el país vive una nueva situación», ha argumentado Peter Frank.
Frank ha alertado ante el aumento de detenciones de mujeres, que en los últimos tiempos han cobrado gran importancia en la escena radical. La Agencia para la Protección de la Constitución (BfV) en Renania del Norte-Westfalia advirtió el pasado año que las mujeres estaban desempeñando un papel mucho más activo en la radicalización y estaban entrenando a una nueva generación de potenciales terroristas.
Según la citada agencia, el número de extremistas islámicos detenidos ha aumentado drásticamente desde el comienzo de la crisis migratoria. En octubre, la Agencia de Espionaje Nacional anunció que habían identificado a más de 1,800 radicales violentos, un 64 por ciento más que el año anterior. Su presidente, Hans-Georg Maassen, también advirtió que las ideas islámicas radicales estaban ganando terreno con los jóvenes en las escuelas de todo el país.

La inmigración real

Alemania ha sufrido una profunda transformación en los últimos 10 años. Merkel aceleró este cambio con unas políticas migratorias favorables a la acogida masiva en un país tradicionalmente receptor de inmigración, especialmente de los vecinos del este y Turquía.
El nombre de Mohammed y sus múltiples variaciones ortográficas ya es uno de los nombres más populares en el país y, en menos de una década, ha pasado del puesto 97 al 26 en la lista, según los datos publicados por la Gesellschaft für Deutsche Sprache, considerada la sociedad lingüística más importante de Alemania.
En la ciudad de Herne, donde el 17,2% de la población es inmigrante, el nombre de Mohammed fue el tercero más popular. Andrea Ewels, Directora General de GfdS, explicó: “El desarrollo está, por supuesto, relacionado con la ola de inmigración” y agregó que esperaba que Mohammed estuviera en los 10 primeros nombres para 2021 o 2022.
En el año 2030 en el conjunto de la Unión Europea residirán unos 100 millones de musulmanes. En Bruselas, la capital de la Europa comunitaria, el nombre más utilizado para los recién nacidos en Mohammed y más del 50% de los ciudadanos son extracomunitarios, en su mayoría musulmanes.

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