El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, señaló este martes que sigue en pie la advertencia de enviar inmigrantes en autobuses a Bruselas, en respuesta al acuerdo que supone una imposición de la Comisión Europea. «Si alguien que ha entrado y ha pedido asilo en Hungría prefiere irse a vivir a Bruselas, nosotros vamos a ayudarle», ha señalado.
En rueda de prensa desde Estrasburgo, donde presentará ante el Parlamento Europeo las prioridades de la Presidencia húngara del Consejo, ha insistido en la importancia de la protección de las fronteras exteriores de la UE y ha reiterado que la inmigración masiva no es la solución frente a la emergencia demográfica. Así, ha llamado a aplicar políticas de apoyo a las familias para impulsar el crecimiento de la población nativa.
Orbán también ha reiterado que uno de los pilares es la «restauración» de la competitividad de Europa, que ha quedado debilitada frente a potencias como China o EEUU. «Nuestro crecimiento ha sido más lento que el de nuestros competidores durante dos décadas», ha afirmado el líder húngaro, antes de manifestar que la situación de la Unión Europea es hoy «mucho peor que en 2011», cuando Hungría ostentó también la Presidencia del Consejo.
«Queremos ser los catalizadores del cambio», ha declarado el líder de Fidesz, insistiendo en que Hungría está preparada para liderar las reformas que Europa necesita. Su Presidencia no sólo busca «dar respuesta» a las crisis actuales, sino también trazar una estrategia «a largo plazo» que permita a la Unión Europea recuperar su lugar en el mundo y fortalecer la soberanía de las naciones que la conforman.