El nuevo ciclo escolar en la Educación Secundaria de Polonia incluirá una materia nueva, Historia y Actualidad, que cubrirá la historia reciente de Polonia y el mundo desde la década de los 40 hasta la actualidad.
«Debemos hacer todo lo posible para que las nuevas generaciones puedan aprender la verdad sobre la historia más reciente. Si una persona no conoce los últimos procesos históricos, que influyen directamente en lo que sucede hoy, no tiene idea en qué circunstancias se encuentra y es sumamente susceptible de manipulación», aseveró el ministro de Educación y Ciencia, Przemysław Czarnek.
Hasta ahora la historia reciente era marginada en el programa escolar ya que formaba parte del currículo solo en el último curso. Y los maestros frecuentemente llevaban retrasos en realización del programa sobre las épocas anteriores y les quedaba poco tiempo para enseñar la segunda parte del siglo XX. Por ello, los alumnos carecen del conocimiento sobre hechos históricos en temas muy relevantes como el terror de estalinismo, la persecución de los patriotas del Estado polaco clandestino de posguerra, el fallo sistémico de la economía comunista, la oposición anticomunista y papel de la oposición anticomunista y de la religión cristiana en los cambios del sistema y la transformación política del país.
La introducción de la nueva materia ha despertado una furia en la oposición en Polonia, que critica no solo el programa, sino también uno de los dos disponibles libros de texto. Su autor es el reconocido historiador polaco Wojciech Roszkowski, conocido por escribir manuales con los que varias generaciones de polacos aprendieron Historia.
Roszkowski en su libro de texto más reciente define qué es patriotismo y ayuda a los alumnos a diferenciarlo tanto del chovinismo nacionalista como del cosmopolitismo. También muestra las carencias de democracia en las instituciones de la Unión Europea, permite a los estudiantes seguir las etapas de la integración europea que gradualmente han permitido a Alemania ejercer la dominación sobre el resto de los estados miembros y ayuda a conocer los peligros del marxismo y de sus nuevas corrientes, presentes en la política actual.
Tampoco faltan en el libro de texto las descripciones críticas de los fenómenos culturales de los siglos XX y XXI, contrarios al concepto natural de la sexualidad humana, o la revolución del año 1968. El autor no evita los controvertidos ejemplos de la revolución sexual y cita los fragmentos del libro El gran bazar del influyente ideólogo izquierdista y político del Partido Verde Daniel Cohn-Bendit, quien en el intento de poner fin a todos llamados tabúes sexuales, reveló sus tendencias pedófilas.
El académico polaco explica la ideología de género como una ideología dominante en los tiempos actuales. La oposición polaca tiende de presentar la distinción entre el sexo biológico y el concepto de género como el descubrimiento de la ciencia, por eso listarlo entre las corrientes políticas fue suficiente para despertar fuertes ataques políticos y mediáticos en Polonia.
«Las ideologías son unas visiones del mundo simplificadas y se debe entender la Historia según las reglas de la lógica y valorarla según las normas morales de nuestra civilización», explica Wojciech Roszkowski.
Es él, Roszkowski, quien guarda el rigor de los hechos y evita la politización de la nueva materia escolar. Por ejemplo, evita evaluar la postura de importantes personalidades políticas de la historia reciente de Polonia, enfocándose en la descripción de los fenómenos como la corrección política o las nuevas definiciones de derechos humanos, el matrimonio y la familia. Son sus críticos quienes quieren reinterpretar el pasado según suposiciones ideológicas que niegan el sentido de existencia de las naciones.
El libro de Wojciech Roszkowski ha sido recomendado por el ministro de Educación y Ciencia, pero cada maestro tiene libertad para elegir un manual o preparar él sus propios materiales.
Stanislaw Jankowski, columnista del semanal Sieci, denunció que el libro ha sido criminalizado porque la línea de sus interpretaciones es conservadora. «Si fuera izquierdista o liberal dirían que es una ayuda para aprender sobre el presente y el pasado».
