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Las presiones exteriores tumban la reforma judicial en Polonia

El presidente de Polonia, Andrzej Duda

El presidente polaco, Andrzej Duda, anunció que no ratificará el polémico proyecto de ley del Tribunal Supremo impulsado por el Gobierno, después de que miles de polacos hayan salido a las calles en los últimos días para protestar contra una reforma que también recibió el rechazo de Bruselas.
«Esta ley no fortalece el sentido de justicia en la sociedad polaca», justificó el presidente en una intervención televisada.
Duda tampoco ratificará el proyecto de ley de reforma del máximo órgano de gobierno de los jueces, aprobado por el Parlamento polaco el pasado 12 de julio y que también provocó protestas y fuertes críticas desde la Unión Europea (UE).
«Las reformas de la Justicia son necesarias, pero sin que generen el enfrentamiento de la sociedad y sin que supongan la división del país», afirmó Duda, quien pidió al Gobierno que modifique las normas inicialmente aprobadas para que sean aceptadas por la mayoría de los polacos.
La decisión del presidente, vinculado al partido gobernante Ley y Justicia y hasta ahora a favor con todas las normas promovidas por el Ejecutivo, fue inesperada, ya que se preveía que aceptase ratificar las leyes.
Las normas en cuestión fueron aprobadas gracias a la mayoría de Ley y Justicia en ambas cámaras parlamentarias, a pesar de las protestas y las advertencias desde las instituciones europeas, y sólo requerían de la ratificación presidencial para entrar en vigor.
Desde que la reforma del Tribunal Supremo fue aprobada por el Senado en la madrugada del pasado sábado, miles de ciudadanos han salido a las calles del país para pedir el veto de Andrzej Duda.
La controvertida reforma del Supremo, un órgano que no se había modificado desde la dictadura comunista, ponía a la máxima corte bajo el control político del partido gobernante, ya que daba al ministro de Justicia, que también es Fiscal General, el poder de nombrar a la mayoría de sus magistrados.
Tras la decisión del presidente, los dos proyectos deben regresar a tramitación parlamentaria para su modificación con las recomendaciones que plantee el jefe del Estado.
Duda aprovechó su intervención para pedir «calma y prudencia» a todos los políticos, «tanto a los que hoy en día tienen una mayoría como a los de la oposición», a los que pidió resolver sus diferencias en las elecciones y en sede parlamentaria, y no en la calle.
El veto del presidente no afectará sin embargo a la tercera ley del paquete de reforma judicial impulsado por el Gobierno, la que permite al Ejecutivo nombrar a los magistrados de los tribunales regionales y de apelación, también aprobada el 12 de julio.
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