Riikka Purra, de 45 años, ha sido la sorpresa de las elecciones en Finlandia, en las que se ha quedado a menos de un punto del ganador de los comicios, el Partido de la Coalición Nacional (afín al PP), y con 46 escaños (a dos de la victoria). Su discurso es muy crítico con el gasto público en cuestiones ideológicas. «No toleraré que se descargue el dinero de los contribuyentes en estupideces. Apoyo la propia responsabilidad de las personas y un sistema de bienestar integral que apoye y ayude a aquellos finlandeses que no pueden hacerlo por sí mismos», afirma en la web del partido.
Otorga importancia a la cuestión de la educación en Finlandia y cree que «el debilitamiento de la autoridad del maestro y el énfasis excesivo en los derechos» están detrás de «muchos problemas». Por ello, subraya que «la escuela primaria necesita una restauración de valores». «Lo más importante es restaurar el nivel de requisitos en las escuelas. No puede pasar de un nivel de grado a otro si no se han logrado las metas», agrega Purra, contraria además al modelo multicultural de varias décadas en Finlandia que busca «traer más y más personas de países en desarrollo» como «nueva subclase» y como «combustible para la política de clientelismo de la izquierda», afirmó en Twitter en la campaña electoral.
Su partido, incluido en el partido Identidad y Democracia (ID) en el Parlamento Europeo, afirma en su programa que la política de «integración» y «tolerancia» con la inmigración durante los últimos 30 años «no ha funcionado» y es «un completo fracaso». «La única forma de mitigar sus efectos negativos es reducir fuertemente la inmigración a Finlandia desde fuera de la UE a través de medidas legislativas y administrativas», afirma, antes de sostener que las tesis que impulsa la UE en materia de inmigración son «el problema, no la solución».
«En sus políticas de asilo, la Comisión no está interesada en preservar la seguridad interna y la cohesión nacional de los estados miembros. Para Bruselas, lo más importante es comunicar al mundo que la UE actúa como sanador del mundo y que las fronteras de la Unión están abiertas», señala, al tiempo que aboga por «un control de las fronteras exteriores más estricto que en la actualidad, creando coaliciones de países que siguen esta línea».
En economía, el Partido de los Finlandeses –y su líder– han denunciado que «la administración pública se gasta demasiado dinero por motivos ideológicos». «El Gobierno –de la socialdemócrata Sanna Marin– ha aumentado la deuda pública en decenas de miles de millones de euros en cuatro años», agrega el programa electoral, antes de denunciar que «demasiados hogares en Finlandia tienen que pensar cada día en cómo pueden sobrevivir, con los costes de la vivienda disparados y una inflación récord que está erosionando el poder adquisitivo». «El precio de la vivienda se incrementa especialmente por el drástico aumento de los costes de calefacción, y por las soluciones erróneas en política energética, las medidas de política climática desmedida y la transición verde«.
