El primer ministro portugués, Luís Montenegro, no ha superado este martes, tal y como estaba previsto, la cuestión de confianza que ha planteado al Parlamento, tras las sospechas suscitadas por un conflicto de intereses en relación a unos negocios familiares, llevando así al país a sus cuartas elecciones en cinco años y medio.
Montenegro ha visto por tanto como el Partido Socialista (PS), el soberanista Chega, el Bloco de Esquerda, el Partido Comunista (PCP), Livre y los animalistas del PAN han votado en su contra; mientras que tan solo los diputados de su partido, el Partido Social Demócrata (PSD), el CSD y los liberales han respaldado su gobierno.
Pese a que en la víspera la oposición, especialmente el PS, había adelantado que no apoyaría la cuestión de confianza, Montenegro ha pedido al Parlamento que votara por la «estabilidad» y ha propuesto varias veces suspender la sesión, no de la cuestión de confianza, para dar más explicaciones.
«Estoy disponible para profundizar más en mis respuestas. Por eso he lanzado el desafío de suspender este debate», ha dicho durante la sesión un Montenegro que en las últimas semanas logró superar sin agobio dos mociones de censura presentada por Chega y el Partido Comunista (PCP).
Montenegro ha vuelto a incidir en que «no cometió ningún crimen» y se ha mostrado a disposición del Parlamento para dar «explicaciones adicionales», incluido en la comisión de investigación que el Parlamento pueda establecer. «Quien no debe nada, nada teme y yo tengo mi conciencia tranquila», ha dicho.