Un tribunal de inmigración del Reino Unido ha dictado en el caso de un inmigrante criminal albanés que su deportación podría ser «excesivamente dura» porque su hijo de diez años tiene problemas sensoriales y alimentarios, destacando su aversión a los nuggets de pollo extranjeros.
Klevis Disha, de 39 años, ingresó ilegalmente en el Reino Unido cuando era menor no acompañado (mena). Posteriormente, utilizó una identidad falsa y afirmó haber nacido en la antigua Yugoslavia. Fue despojado de su ciudadanía británica en 2021 tras cumplir dos años de prisión, al ser capturado con 300.000 libras provenientes de actividades delictivas. Además, se determinó que su ciudadanía había sido obtenida de forma fraudulenta.
El tribunal consideró que la repatriación de Disha a Albania podría afectar negativamente a su hijo, conocido como «C» en los documentos judiciales. Aunque el niño no cuenta con un diagnóstico formal, tiene planes educativos que apoyan su regulación emocional, independencia y habilidades de lectura y escritura. El único ejemplo mencionado en los documentos judiciales fue la aversión del menor a consumir «el tipo de nuggets de pollo que se encuentran en el extranjero».
La ministra del Interior, Yvette Cooper, apeló la decisión en agosto del año pasado, argumentando que no había evidencia suficiente para demostrar que la deportación de Disha sería excesivamente severa para su hijo. El juez del tribunal superior, David Merrigan, estuvo de acuerdo con esta apelación y ordenó que el caso fuera revisado por otro juez que debía elaborar un análisis más detallado.
«Sólo encontramos un ejemplo en la decisión que explicase por qué ‘C’ no podía trasladarse a Albania», dictaminó el juez Merrigan. «No estamos convencidos de que este único ejemplo alcance el nivel de severidad necesario para que un juez razonable lo considere ‘excesivamente’ duro».
Un portavoz del Ministerio del Interior declaró que, sin entrar en casos específicos, «los ciudadanos extranjeros que cometen delitos graves no deben tener dudas de que haremos todo lo posible para garantizar que no permanezcan libres en las calles de Gran Bretaña, incluida su expulsión del Reino Unido tan pronto como sea posible». También destacó que, desde las últimas elecciones, se han deportado a 2.580 delincuentes extranjeros, lo que representa un aumento del 23% en comparación con el mismo período del año anterior.