El periódico británico The Guardian ha anunciado este miércoles su decisión de dejar de compartir su contenido en X, una red social que han calificado como una «plataforma de medios tóxica«.
«Queríamos informar a los lectores de que ya no publicaremos en ninguna cuenta editorial oficial de The Guardian en el sitio de redes sociales X (antes Twitter). Creemos que los beneficios de estar en X ahora son superados por los aspectos negativos y que los recursos podrían utilizarse mejor para promover nuestro periodismo en otros lugares», ha detallado el periódico en un comunicado publicado en su web.
The Guardian considera que el contenido que se comparte en la plataforma es «a menudo perturbador» y se refiere en concreto a «las teorías de conspiración de extrema derecha y el racismo«. En este punto, el diario insinúa que el propietario de X, Elon Musk, influyó en el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, un motivo que suman a los que les han llevado a abandonar la red social. «La campaña electoral presidencial de EE. UU. sólo sirvió para subrayar lo que hemos considerado durante mucho tiempo: que X es una plataforma de medios tóxica y que su propietario, Elon Musk, ha podido usar su influencia para dar forma al discurso político«, detalla.
Sin embargo, el periódico explica que los usuarios de X podrán compartir los artículos del periódico y que, además, los redactores seguirán incluyendo en sus noticias contenido de la plataforma. «Nuestros reporteros también podrán seguir utilizando el sitio para fines de recopilación de noticias, tal como utilizan otras redes sociales en las que no participamos oficialmente», añade.
«Las redes sociales pueden ser una herramienta importante para las organizaciones de noticias y ayudarnos a llegar a nuevas audiencias, pero, en este momento, X ahora desempeña un papel menor en la promoción de nuestro trabajo (…) Afortunadamente, podemos hacerlo porque nuestro modelo de negocio no depende de contenido viral adaptado a los caprichos de los algoritmos de los gigantes de las redes sociales», concluye The Guardian.