Un espeluznante caso de abuso sexual ha sacudido a la opinión pública británica. Tres inmigrantes gitanos con nacionalidad eslovaca han sido declarados culpables por delitos sexuales contra una niña de 12 años, a la que retuvieron durante tres días en condiciones aterradoras tras drogarla y someterla a múltiples agresiones.
El 11 de agosto de 2024, la menor fue abordada en el aparcamiento de un supermercado en Dover por Kevin Horvath (26), Ivan Turtak (38) y Ernest Gunar (27), quienes la convencieron para subir a su vehículo. Una vez dentro, le suministraron metanfetaminas y otras sustancias para anular su voluntad. Lo que siguió fueron tres días de abusos continuos, amenazas y aislamiento.
Según relató la Fiscalía ante el Tribunal de la Corona de Canterbury, los acusados obligaron a la menor a acompañarlos en público bajo intimidación, asegurándole que la matarían si pedía ayuda o intentaba escapar. La niña, finalmente, logró huir el 13 de agosto y fue rescatada por agentes policiales, visiblemente traumatizada y sin poder expresar lo que le había ocurrido.
Durante el registro del vehículo de Horvath, los investigadores hallaron el teléfono móvil de la menor, lo que corroboró su relato. La investigación también reveló grabaciones, imágenes y conversaciones incriminatorias entre los acusados.
El juicio, que requirió más de 14 horas de deliberación por parte del jurado, concluyó con condenas para los tres implicados: Gunar fue declarado culpable de dos cargos de violación a una menor de 13 años; Turtak, de uno; mientras que Horvath fue hallado culpable de agresión sexual, aunque ya había admitido previamente tres cargos de violación y uno de agresión con penetración. Turtak, por su parte, reconoció haber tomado imágenes indecentes de una niña.
Catherine Wear, fiscal principal del caso, destacó el coraje de la víctima: “Esta niña fue sometida a una experiencia brutal. Su valentía al contar lo que vivió, a pesar del profundo trauma, ha sido fundamental para que se hiciera justicia. Los acusados actuaron de manera premeditada y despiadada. Este veredicto es un primer paso para que ella pueda empezar a sanar”.