«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Matteo Salvini ha alertado de una «islamización sigilosa» del sistema educativo

Un colegio católico de Italia celebra una excursión en una mezquita y obliga a los niños a aprender la oración musulmana 

Niños rezan una oración musulmana. Redes sociales

Un grupo de preescolares católicos fueron obligados a rezar de rodillas la oración musulmana en una mezquita durante una excursión escolar, lo que ha provocado una oleada de indignación en Italia y ha encendido el debate sobre los límites de la integración cultural en las aulas.

Los menores, de entre tres y seis años, procedentes del colegio religioso Santa Maria delle Vittorie, participaron en una visita al Centro Cultural Islámico Emanuet, en el marco de una actividad pedagógica sobre la diversidad religiosa. Durante la visita, guiada por el imán Avnija Nurceski, se les mostró cómo se lleva a cabo la oración islámica. Según informaciones difundidas por la prensa italiana, los niños se arrodillaron en dirección a La Meca imitando el rito musulmán, lo que ha generado un profundo malestar social y político.

Las imágenes del momento, grabadas y compartidas en redes sociales, han desatado una fuerte reacción entre sectores conservadores y religiosos, que lo interpretan como un caso de adoctrinamiento impropio para una escuela católica. La eurodiputada Silvia Sardone fue tajante: «Ver a niños cristianos en actitud de oración islámica no tiene cabida dentro de la educación que se espera de un centro confesional católico».

El vicepresidente del Gobierno italiano, Matteo Salvini, también se pronunció con dureza, alertando de lo que calificó como una «islamización sigilosa» del sistema educativo. A su juicio, este tipo de prácticas no fomentan la convivencia, sino la confusión identitaria entre los más pequeños.

Desde la administración local, algunas autoridades han tratado de rebajar la tensión. El alcalde de Susegana, Gianni Montesel, defendió el papel del imán como un ciudadano plenamente integrado en la comunidad, y destacó la armonía entre vecinos de distintas creencias. Sin embargo, no logró disipar las críticas sobre la asimetría en los gestos de integración: mientras se multiplican las actividades que acercan a alumnos cristianos al islam, las iniciativas en sentido inverso —niños musulmanes participando en festividades cristianas o visitando iglesias— son prácticamente inexistentes.

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