Tenía que pasar, todo el mundo con dos dedos de frente sabía que tenía que pasar, pero, cuando pasa, los medios quieren convencernos de que «no se podía saber». Cuando el Ministerio de Igualdad español aprobó la llamada «ley trans», muchos alertaron de que, al no establecer criterio objetivo alguno para el «cambio de sexo», sería ampliamente usada para cosas como lo que llevó en su día a la dimisión de la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon: que numerosos delincuentes sexuales se declararían mujeres para cumplir condena en cárceles femeninas.
Pero en Reino Unido acaba de producirse un ejemplo aún más sangrante de los efectos disparatados y trágicos de esta disparatada tendencia legislativa: un pedófilo y violador que abusó sexualmente de su propia hija ha sido liberado cinco años antes de cumplir su condena de 15 años de prisión porque ahora se identifica como trans.
Clive Bundy, que ahora se hace llamar Claire Fox, envió por las redes imágenes del abuso. Ahora, una organización benéfica británica de apoyo a expresidiarios, SSAFA, le ha conseguido un portátil y muebles para su casa.
«Claire», de 61 años, padre de seis hijos, cumplió sólo siete años de una sentencia de cárcel de quince años. Su liberación ha consternado a su hija Ceri-Lee Galvin, que ha renunciado al anonimato tras haber sido abusada por su padre durante nueve años, desde que tenía ocho. Indignada, ha declarado al Daily Mail: «Mi padre no es una mujer y me niego a reconocerlo como tal. Cambió de género (con casi 60 años) en prisión para tener una vida más fácil».
«El hecho de que ahora ande vestido de mujer lo hace más peligroso, ya que lo suyo son las chicas jóvenes y nunca ha mostrado el menor remordimiento», advierte. «Mi padre es un hombre muy manipulador que no ha asistido a ningún programa de rehabilitación para delincuentes sexuales, no muestra remordimiento por lo que ha hecho y admite abiertamente que los niños le resultan atractivos«.
Fox no es el primer delincuente sexual en cambiar de género en Gran Bretaña mientras está en prisión. Un violador que delinquió con el nombre de Adam Graham en 2016 y 2019 provocó un acalorado debate a principios de este año después de cambiar de género y nombre (a Isla Bryson) mientras esperaba ser juzgado en el Tribunal Superior de Glasgow.
Y en 2018, el violador convicto conocido ahora como «Karen White», calificado en el juicio como «persona muy manipuladora», fue trasladado a una cárcel de mujeres en Wakefield, West Yorkshire, donde agredió sexualmente a dos reclusas.