«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Ha mostrado su preocupación por la llegada de líderes como Donald Trump

Un periodista británico insta a comer basura «para consumir menos y hacer frente al colonialismo tóxico»

El periodista Oliver Franklin-Wallis. Redes Sociales

La gestión de residuos y el impacto del consumismo descontrolado son los temas centrales del nuevo libro Vertedero, escrito por el periodista británico Oliver Franklin-Wallis. En su obra, Franklin-Wallis denuncia lo que llama «colonialismo tóxico», señalando a occidente como responsable de crear vertederos en países como la India y Ghana. Además, explora prácticas controvertidas como el friganismo, que consiste en rescatar alimentos desechados por los supermercados como una forma de resistencia al sistema capitalista.

El autor sostiene que el reciclaje, tal y como lo conocemos, está profundamente fallido. En una entrevista, Franklin-Wallis afirmó: «Creemos que reciclamos, pero gran parte de los residuos simplemente son enviados a otros países como China, Turquía o el sudeste asiático, donde terminan acumulados en vertederos o, peor aún, en cunetas». Según su análisis, el sistema global de residuos oculta deliberadamente la verdad sobre dónde terminan nuestros desechos, «aunque esto comienza a cambiar lentamente».

Para Franklin-Wallis, una de las principales soluciones no está en el reciclaje, sino en la reducción de los desechos desde su origen. Subraya la paradoja de que, mientras 820 millones de personas pasan hambre, un tercio de los alimentos producidos globalmente se desperdicia. «Esto es un crimen. Y además, las fechas de caducidad son una mentira que contribuye al despilfarro», critica. En su opinión, los líderes políticos deberían rendir cuentas por gestionar residuos que terminan en vertederos ilegales, en lugar de imponer costosos impuestos bajo el amparo de la Agenda 2030.

En el libro, Franklin-Wallis narra su encuentro con John, un frígano que recolecta comida descartada por los supermercados. «Me sorprendió verlo tan feliz, un poco loco, pero muy saludable. Hay mucho que podemos aprender de personas como él», reflexiona. Este fenómeno, aunque polémico, es presentado por algunos sectores como una alternativa al consumo desmedido y una crítica directa al sistema que genera esos residuos.

El periodista también lanza un mensaje claro a quienes le preguntan cómo contribuir a reducir los desechos: «Consume menos». Para él, la obsesión moderna por el consumo no nos ha hecho más felices, sino todo lo contrario. «Desde los años 90, el consumo ha aumentado, pero la productividad en Europa está estancada y somos más pobres y más miserables», argumenta. Sin embargo, reconoce que, desde esa misma década, más de 1.300 millones de personas han salido de la pobreza extrema, lo que refleja un panorama más complejo.

Además de criticar a las corporaciones por priorizar las ganancias de sus accionistas por encima del bienestar ambiental y social, Franklin-Wallis también muestra su preocupación por la llegada de líderes conservadores como Donald Trump, a quienes acusa de ignorar los compromisos climáticos y restar importancia al cambio climático. Para él, las empresas deben ser reguladas de manera estricta para garantizar que actúen en favor del planeta y no sólo de sus beneficios.

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