Tras romper sus promesas de campaña y mantener la nacionalidad exprés para inmigrantes ilegales, y anunciar que no habrá ni cierre de fronteras ni deportaciones masivas, la CDU da un paso más en su deriva multicultural. La diputada y miembro del Comité Ejecutivo Federal del partido Serap Güler ha reclamado que los inmigrantes tengan más poder político en Alemania. En declaraciones a la revista Stern, ha exigido que las personas de origen extranjero estén «mejor representadas» en el próximo Gobierno federal. Y ha incidido en que «un partido conservador como la CDU debe garantizarlo«.
Güler, que es la primera diputada de la formación de origen turco que ocupa el Bundestag, deja claro así que la CDU ya no es un freno a las políticas de promoción de la inmigración —como aseguraron en campaña—, sino un vehículo más para su implantación.
La diputada, que reconoce que en un inicio estaba en contra de las regulaciones de cuotas, votó a favor de una cuota femenina dentro de la CDU en 2022. «Cuando era joven, me reí de Ursula von der Leyen cuando hablaba del ‘techo de cristal’. En algún momento me di cuenta de que tenía razón», detalla.
Y aunque aún evita pedir específicamente una «cuota para inmigrantes«, su discurso apunta en esa dirección: institucionalizar el reparto del poder por origen étnico. Según afirma en la citada entrevista, cuando entró al partido en 2009 apenas había unos pocos afiliados con pasado inmigrante en Renania del Norte-Westfalia. Aunque hoy son más, «siguen sin ser suficientes».
