El Reino Unido sigue deslizándose por la pendiente de la autonegación cultural. Norwood Primary School, una escuela pública de primaria situada en Eastleigh, Hampshire, ha decidido cancelar este año todas las celebraciones de Pascua «en aras de la inclusión», según ha comunicado su directora, Stephanie Mander, en una carta enviada a las familias.
El tradicional desfile de sombreros de Pascua y el servicio cristiano han sido eliminados del calendario escolar, supuestamente para «respetar la diversidad religiosa». En su lugar, el centro ha anunciado que celebrará la Semana del Refugiado en junio y se embarcará en el proceso para convertirse en una «Escuela Santuario», un distintivo promovido por organizaciones afines a la inmigración masiva.
«La Pascua no se celebrará este año para crear un ambiente más inclusivo que honre las creencias de todos nuestros alumnos y sus familias«, reza literalmente la misiva de la directora.
La noticia ha causado indignación en redes sociales, donde cientos de británicos han recordado que el Reino Unido tiene una profunda herencia cristiana y que actos como este no hacen más que borrar su identidad en favor de una imposición ideológica ajena a sus raíces. «¿Y los niños cristianos? ¿Van a eliminar también la Navidad?», se preguntaba uno de los comentarios más votados.
Mientras las escuelas públicas británicas cancelan celebraciones cristianas en nombre de la inclusión, la realidad se impone: los valores fundacionales de Occidente están siendo desmantelados desde dentro, con la complicidad de sus propias instituciones educativas.
