Orbán cuenta con el apoyo de casi el 40 % de los votantes, lo que gracias al complejo sistema electoral podría darle una aplastante mayoría parlamentaria.
Tras dos mandatos consecutivos como primer ministro, el conservador Viktor Orbán se perfila una vez más como el gran favorito en las elecciones parlamentarias de Hungría este domingo.
Orbán cuenta con el apoyo de casi el 40 % de los votantes, lo que gracias al complejo sistema electoral podría darle una aplastante mayoría parlamentaria.
El primer ministro húngaro ha insistido al inicio de las elecciones generales en el país centroeuropeo en sus críticas hacia la Comisión Europea y en su política antimigratoria.
«La Unión Europea no está en Bruselas. La UE está en Berlín, Budapest, Praga y Bucarest», dijo el líder conservador al depositar su voto y en aparente referencia a sus roces con las instituciones europeas en los últimos años, por ejemplo por una polémica ley de medios o una reforma constitucional.
En una entrevista que publica este domingo el portal de noticias Origo, el primer ministro magiar insiste además en su política migratoria de los últimos años, que dominó su campaña electoral
«Después de que Baviera, Italia, República Checa y Austria hayan aclarado que están en contra de la inmigración, ahora es el turno de Hungría», declaró Orbán y acusó a la UE de querer asentar decenas miles de inmigrantes este año en su país.
El húngaro, de 54 años de edad y padre de cinco hijos, ya fue primer ministro por primera vez entre 1998 y 2002, y ocupa ahora el cargo desde el año 2010.
Gracias a una mayoría de dos tercios en el Parlamento, lograda con el 52,7 % de los votos, inició un proyecto para transformar el país gracias a un programa político basado en la defensa de la tradición cultural húngara y en una oposición a los políticas migratorias europeas.
Durante ese mandato, el partido de Orbán, el conservador Fidesz, redactó una nueva Constitución y otras legislaciones, como la ley de medios.
Tras perder la mayoría de dos tercios en febrero de 2015, Orbán alertó a los ciudadanos sobre las nefastas consecuencias de las políticas migratorias y el Welcome Refugees puestas en marcha por la canciller alemana, Angela Merkel.
Desde aquel momento, Orbán se convirtió en el enemigo público número uno de Europa y fue tachado de «xenófobo» por las principales terminales mediáticas del globalismo. Años más tarde, tras decenas de atentados yihadistas en suelo europeo, la propia canciller alemana tuvo que admitir que los islamistas se habían infiltrado en el flujo de refugiados.
Tampoco tuvo reparos Orbán en enfrentarse a George Soros. El magnate globalista por excelencia que durante décadas ha dictado las políticas mundiales y que ahora cuenta con gran influencia en Bruselas.
“La red de Soros y sus burócratas aún no ha renunciado” a traer a Europa millones de refugiados, aseguró Orban, quien prometió aplicar “armas legales cada vez más potentes”.
Cristianismo, refugiados, Bruselas y Soros: Viktor Orbán, en diez frases