Las autoridades dan por cerradas las pesquisas tras la detención de Guerlin Butungu, un hombre de 20 años que había solicitado asilo en el país.

Un congoleño con permiso de residencia en Italia por razones humanitarias ha sido el último detenido de la pandilla de cuatro inmigrantes que violaron a una turista polaca en una playa de Rímini, donde también agredieron brutalmente a su novio, y agredieron sexualmente horas después a una mujer peruana.

Los informes policiales desvelaron que el hombre se desmayó después de haber sido golpeado con una botella en la cabeza y robado. Su pareja fue violada en repetidas ocasiones por cuatro hombres en la madrugada en un tramo de playa en la ciudad adriática.

“Me golpearon con una botella en la cara“, explicó el novio tras denunciar el suceso. “Parecían osos. Llegué a perder el sentido”. La agresión se produjo a las 4 de la madrugada mientras la pareja se encontraba sola en una hamaca perteneciente a uno de los establecimientos hosteleros.

Según el diario italia TheLocal, el hombre, que ha sido identificado como Guerlin Butungu, llegó al país en una embarcación a través del Mediterráneo y es el único adulto de la banda de cuatro violadores. Los otros tres, todos menores de edad, están bajo custodia policial desde el pasado sábado por la noche. El jefe de la policía de Rímini, Maurizio Improta, explicó que dos de ellos, hermanos marroquíes, de 15 y 17 años, nacidos en Italia, se entregaron en una comisaría después de que las autoridades publicaran un video de una cámara de vigilancia con imágenes de los cuatro sospechosos.

Improta también señaló los pormenores de la detención del refugiado Butungu: «La detención de esta mañana fue doblemente satisfactoria porque poner las esposas al cuarto hombre es un gesto simbólico para hacer justicia a las víctimas de la violencia», sentenció.

«Los cuatro estuvieron allí esa noche en la playa y atacaron a la pareja polaca. La mujer peruana fue violada y golpeada un poco más adelante, justo detrás de una zona de arbustos», subrayó Improta.

Los medios italianos han señalado que el congoleño, considerado el cabecilla de la trama por las autoridades, ingresó en un centro de inmigrantes en la isla de Lampedusa, frente a Sicilia, tras ser rescatado en el mar. Los informes señalan que su solicitud de asilo fue rechazada, pero posteriormente le fue concedido un permiso temporal para permanecer en Italia hasta 2018 por razones humanitarias.

Cuando el caso saltó a la opinión pública, los medios españoles prefirieron ocultar la procedencia de los autores de la agresión y ninguno de los titular citó su nacionalidad.

Es habitual que los medios de comunicación europeos censuren informaciones negativas acerca de los refugiados. El silencio mediático en torno a los disturbios y la violencia en la ruta de los Balcanes ha provocado un grado de ignorancia importante en la opinión pública, pero La Sexta cruzó un umbral difícil de superar.

La cadena informó en su página web acerca de una violación en Austria. Los hechos tuvieron lugar en el mes de diciembre, cuando un refugiado iraquí agredió sexualmente a un niño de 10 años en una piscina de Viena. El joven alegó que se trataba de una “emergencia sexual” porque no había tenido relaciones desde hace mucho tiempo.

El violador, identificado como Amir A, atacó al menor cuando se encontraba dando clases de natación en un centro deportivo. Amir comenzó a hablar con el pequeño y a continuación le forzó alegando que “no entendía sus reiteradas negativas”.

En junio de este año, un tribunal le declaró culpable de ataque sexual grave y violación de un menor. La sentencia condenaba al refugiado a seis años de prisión y le obligaba a indemnizar a la familia con 4.730 euros. Tras meses de incertidumbre, un tribunal de apelación aceptó finalmente el recurso de la defensa y revocó la condena.

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