El actual presidente de la República Checa, Milos Zeman, y el académico europeísta Jiri Drahos, disputarán la segunda vuelta de las elecciones presidenciales tras obtener el 38,5 y el 26,5 % de los votos, respectivamente, en primera ronda.
Zeman, que ha evolucionado en los últimos años desde un moderado europeísmo a un abierto euroescepticismo, y que no oculta sus simpatías por el dirigente ruso Vladimir Putin, confirmó que acudirá a debates con su rival de cara a la próxima votación, que se celebrará entre el 26 y 27 de enero.
«Me veré las caras con Drahos. Hay muchos temas que interesan a la ciudadanía, no sólo la migración o las pensiones. Hay que hablar de todo un espectro de temas y no reducirlo a uno sólo», señaló el veterano político, de 73 años, que refundó y presidió el Partido Socialdemócrata tras la caída de la dictadura comunista en 1989.
El actual presidente ganó en todas las regiones del país menos en la capital, Praga, donde se impuso Drahos.
Zeman fue el primero, en 2013, en llegar a la Presidencia por sufragio directo, ya que antes la elección del máximo mandatario la hacían diputados y senadores en sesión conjunta.
Sus cinco años de mandato han estado dominados por su lenguaje directo, con polémicas como cuando bromeó junto a Putin sobre la posibilidad de «liquidar a periodistas», o sus manifestaciones contra la llegada de refugiados a la Unión Europea.
Tras agradecer el apoyo a sus votantes, Zeman pidió que vuelvan a las urnas en la definitiva votación dentro de dos semanas.
Zeman, que se presentó como candidato del Partido de los Derechos Ciudadanos, fundado por él, sufrió este viernes viernes un incidente cuando una activista del colectivo feminista Femen se lanzó contra él gritándole en inglés «Zeman, Putin’s slut» (Zeman, la prostituta de Putin).
El presidente, uno de los pocos líderes de la Unión Europea que apoya a Putin, ha pedido en ocasiones el levantamiento de las sanciones comunitarias contra Rusia por su anexión de la región ucraniana de Crimea, algo que considera inevitable.
También es contrario a que República Checa asuma el euro como moneda y rechaza, como la mayoría de los políticos y buena parte de la sociedad checa, las cuotas de reparto obligatorios de refugiados.
Su contrincante, el independiente liberal Jiri Drahos, ex presidente de la Academia de Ciencias, anunció que, bajo su mandato, «anclará» aún más la política exterior del país en la UE y en las estructuras euroatlánticas.
Drahos, sin experiencia política alguna, pidió la máxima asistencia a la cita electoral dentro de dos semanas para conseguir el «cambio».
«Todos lo que queréis un cambio, venid a las elecciones», repitió tres veces el académico, acompañado de su mujer, durante su rueda de prensa en el centro cultural «La Fabrika» de Praga.
Drahos precisó que no va a pedir el apoyo de sus rivales de la primera ronda, con muchos de los cuales aclaró que comparte «opiniones idénticas».
De momento, varios de los otros siete candidatos que participaron en esta primera vuelta han manifestado su apoyo a Drahos.
Así lo han hecho el diplomático Pavel Fischer, que quedó tercero con el 10 % de los votos; el escritor y empresario Michal Horacek, que recibió el apoyo del 9 %, y el médico Marek Hilser, que quedó quinto con el 8,8 %.
Si esos apoyos de los candidatos se transforman en votos para Drahos, el aspirante podría vencer con un estrecho margen al actual presidente.