«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
'No hay ningún agotamiento de nuestro modelo económico'

Arce descarta hacer cambios en su Gobierno tras las protestas convocadas por simpatizantes de Evo Morales

El presidente de Bolivia, Luis Arce. Twitter

Nuevamente, el 22 de enero transcurrió en Bolivia marcando un hito en la memoria colectiva del país, que destaca tanto la toma de posesión de Evo Morales en 2006 como presidente de la República como el nacimiento del Estado Plurinacional en 2009 con la promulgación de la nueva Constitución. Sin embargo, este aniversario no se celebra con aciertos que enaltezcan la gestión actual, sino más bien con una serie de desafíos y tensiones que evidencian las dificultades que atraviesa el país.

En el discurso ofrecido con motivo del 15 aniversario del Día del Estado Plurinacional, Luis Arce Catacora insistió en que el modelo económico en vigor no se encuentra agotado ni en su fase terminal, a pesar de admitir las «dificultades que nos impiden estar mejor». Desde el nuevo palacio de Gobierno, dirigiéndose a dirigentes afines al Ejecutivo, Arce defendió su postura, desmarcándose de las afirmaciones mediáticas que sugieren un agotamiento del modelo económico:

«No hay ningún agotamiento de nuestro modelo económico, ni mucho menos se puede afirmar que está en su fase terminal. Esa es una construcción mediática que contrasta con la realidad. (Sin embargo) tenemos dificultades que nos impiden estar mejor, no vamos a negar, las amenazas globales siguen latentes y sus efectos en nuestra economía no eran tan fáciles de anticipar», sostuvo.

En sus declaraciones, el presidente aseguró que su Gobierno no contempla reducciones salariales, recortes en la inversión pública, privatizaciones de empresas y recursos naturales, ni cambios en la política de subsidios a los hidrocarburos. Además, resaltó la garantía de abastecimiento de alimentos básicos a precios justos.

No obstante, estas afirmaciones se enfrentan a la realidad de las medidas que, justamente, tendrían que ser implementadas para evitar el agravamiento de la crisis, recordando la escasez de combustibles y la crisis financiera protagonizada por el Banco Fassil hace ya casi exactamente un año después del discurso similar de 2023, que reveló las serias dificultades que enfrenta Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) con la crisis de abastecimiento de combustibles, y del Banco Central de Bolivia (BCB al no haber sido capaz de cumplir con su rol fundamental de Prestamista de Última Instancia (PUI) por haberse constituido primero en prestamista de primera instancia.

De hecho, el ministro de Planificación del Desarrollo de Arce, Sergio Cusicanqui, añadió una dimensión crítica al admitir que la alarmante caída de las Reservas Internacionales Netas del BCB se debe al «agresivo plan de industrialización”, generando incertidumbre sobre el tiempo que realmente tomaría cosechar los resultados esperados. Esto se torna crucial para el Gobierno de Arce, especialmente en vista de las próximas actividades como el censo de población y vivienda, así como las elecciones judiciales y generales programadas para 2025.

La situación se complica aún más con medidas de presión en contra del presidente, como bloqueos de carreteras organizados por simpatizantes de Evo Morales, quienes demandan la renuncia de magistrados que extendieron su mandato.

Al respecto, Arce Catacora afirmó que «hay razones para estar preocupados y, por tanto, para estar en alerta y pie de combate», identificando ya no solo a antiguos opositores «de la derecha», sino a “la nueva derecha», refiriéndose a Evo Morales que «quiere desestabilizar al gobierno”.

En este escenario tenso, Evo Morales confirmó su intención de regresar al poder en Bolivia y desafió a Luis Arce a participar en elecciones internas. En una entrevista con el diario El Deber, Morales afirmó que las clases medias lo respaldan porque «hacían plata» durante su mandato, mientras acusaba a la base social de Arce de estar conformada por «funcionarios y dirigentes prebendales», comparándola con los tiempos neoliberales. Estas declaraciones evidencian la complejidad de la situación política y económica que atraviesa Bolivia en otro aniversario del Estado Plurinacional, sin aciertos que destaquen en el horizonte.

Con el país enfrentando crisis económicas, tensiones políticas y la amenaza de desestabilización, las afirmaciones sin reservas de Evo Morales sobre su deseo de regresar al poder y la falta de logros evidentes por parte de Arce al conmemorar otro aniversario del Estado Plurinacional reflejan una nación sumida en una creciente complejidad y preocupación.

La falta de claridad respecto a las estrategias para superar los desafíos actuales y futuros, así como la incertidumbre sobre la dirección que está tomando Bolivia, plantean interrogantes cada vez más difíciles de resolver. Esto sugiere que no solo se requiere un nuevo Gobierno, sino también la consideración de un cambio de paradigma y el inicio de una nueva era que se observe y construya tanto a nivel nacional como regional.

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