«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
ÁLEX SAAB, ACTUALMENTE DETENIDO EN EEUU

Biden y Maduro barajan un intercambio de prisioneros que podría incluir al principal testaferro del chavismo

El líder de Venezuela, Nicolás Maduro y el presidente estadounidense, Joe Biden
El tirano de Venezuela, Nicolás Maduro y el presidente estadounidense, Joe Biden

Información revelada el martes por el medio Newsweek apunta que emisarios del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el dictador venezolano, Nicolás Maduro, están negociando un nuevo intercambio de presos que podría incluir al testaferro chavista Álex Saab, quien actualmente está siendo procesado por la Justicia estadounidense por blanqueo de capitales, entre otros delitos.

La negociación buscaría canjear a Saab por varios ciudadanos norteamericanos, entre los que destaca el abogado Eyvin Hernández, que fue capturado por el régimen chavista en marzo del año pasado cuando ingresó a territorio venezolano procedente de Colombia y hasta ahora permanece detenido en Caracas. Otros estadounidenses que actualmente están presos en el país caribeño y podrían ser excarcelados son Jerrel Kenemore, Jason Saad y Joseph Cristella.

En concreto la información sobre esta maniobra proviene de una carta presuntamente escrita por el propio Hernández, la cual pudo ser verificada por el citado medio. En ella el ciudadano estadounidense afirma tener conocimiento de las gestiones que la Administración Biden ha puesto en marcha para lograr su liberación y la de sus connacionales.

En agosto de 2022 Hernández grabó un mensaje desde la cárcel donde está recluido en Caracas para llamar la atención a Biden sobre su caso y el de otros de sus compatriotas detenidos en Venezuela. En el audio del preso político estadounidense afirmaba sentirse “abandonado” por su Gobierno. “Todos somos inocentes, pero estamos siendo acusados ​​y tratados como terroristas”, aseveró también en esa oportunidad. 

La familia del detenido ha emprendido desde el año pasado una cruzada tanto en público como en privado para pedir su liberación.

Este eventual intercambio de prisioneros se sumaría a uno que el actual inquilino de la Casa Blanca ordenó en octubre pasado, en donde siete ciudadanos con nacionalidad estadounidense que estaban presos en Venezuela fueron excarcelados. A cambio, Biden entregó al chavismo a Efrain Campo Flores y Franqui Francisco Flores, los dos sobrinos de la esposa de Maduro que fueron sentenciados por la Justicia norteamericana por participar en una conspiración para introducir 800 kilogramos de cocaína a Estados Unidos en 2015.  

La laxitud con la que se trató a los narco-sobrinos en su momento levantó un gran revuelo en la opinión pública, que cuestionó ampliamente el modo que la Administración Biden empleó para dejar en libertad a dos narcotraficantes que, de paso, son familiares del dictador Maduro. Si bien es cierto que con esta iniciativa el jefe de Estado norteamericano salvaguardó la vida de los siete estadounidenses que estaban secuestrados en Venezuela, también hay que decir que con ello dejó entrever un gesto de máxima debilidad frente a una tiranía que se supone está llamado a combatir para defender la libertad y la democracia en el hemisferio. 

Pues bien, ahora la cosa podría seguir idéntico rumbo. Álex Saab fue quizá la principal ficha usada por Maduro para, mediante distintas tramas de blanqueo, lograr burlar las sanciones económicas que Estados Unidos impuso al régimen venezolano principalmente durante la presidencia de Donald Trump. Su liberación supondría una cachetada a toda la política adoptada en Norteamérica durante los últimos años de manera bipartidista contra Maduro.

A juzgar por los últimos movimientos de política exterior que ha tenido la Casa Blanca hacia el país caribeño, Biden ha colgado los guantes en lo que al caso Venezuela respecta; todo ello al asumir a Maduro como un vecino incómodo pero que, a final de cuentas, guste o no, seguirá en el cargo al menos por un rato más.

Esto al punto de que la Administración demócrata pasó de apoyar a Juan Guaidó como presidente interino del país sudamericano a hacer mutis sobre su caída en desgracia y cohonestar la convocatoria por parte del régimen chavista de unas supuestas elecciones presidenciales para el 2024, contemplando incluso el desmontaje progresivo de sanciones a Maduro siempre y cuando otorgue algunas concesiones a la oposición en dichos comicios. 

De momento en Venezuela existen 269 presos políticos de acuerdo a la ONG Foro Penal. Aunque en medio de los diálogos que actualmente mantiene el régimen con sectores de la oposición se ha asomado que podría darse paso a algunas liberaciones de los mismos, esto aún no ha ocurrido.

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