El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha pedido este miércoles un «juicio justo», un día antes de que el Tribunal Superior Electoral (TSE) inicie un proceso que puede convertirle en el primer expresidente de Brasil inhabilitado políticamente en el caso de que determine que incurrió en abuso de poder por atacar el sistema electoral.
«Le pido primero a Dios, luego a los jueces, en especial a Alexandre de Moraes y a (Benedito) Gonçalves, del Tribunal Superior de Justicia (STJ), tribunal reconocido y respetado por todos nosotros, que den un juicio justo«, ha declarado Bolsonaro en una entrevista.
Ha sostenido que lo que le «está pasando» es lo que está «viendo pasar en Nicaragua, donde (Daniel) Ortega persigue los derechos políticos y hasta mete presos a sus opositores». «Eso es lo que hizo Bolivia no hace mucho. Jeanine Áñez, cuando regresó la formación de Evo Morales, decidieron meterla en la cárcel con la acusación de que había atacado la democracia. Eso es lo que pretenden hacerme», ha manifestado.
El exmandatario brasileño, además, ha considerado que el TSE ha hecho una montaña de un grano de arena, ya que «apenas había hablado sobre cómo funcionaba el sistema electoral», sin haber «mencionado la palabra fraude», cuando citó en el Palacio de Planalto a un nutrido grupo de diplomáticos extranjeros para persuadirles de la inseguridad del sistema electoral del país.
«Invité a los embajadores, se presentaron alrededor de 60, o sus representantes, y hablé sobre el sistema electoral brasileño, cómo es en la práctica. Comenté la investigación de 2018 que se inició y no concluyó sobre un posible fraude. Esto fue lo que pasó», ha explicado.
Este escenario de sacarle de la arena política durante los próximos ocho años, llegaría justo para las elecciones presidenciales de 2030 lo contempla el propio Bolsonaro.