El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha dicho este martes ante el Tribunal Supremo que nunca se planteó dar un golpe de Estado tras ser derrotado en las elecciones de 2022 por el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, en el marco de su primera comparecencia como imputado en un supuesto complot golpista.
«Cuando hablamos de un proyecto de ley, parece que se trata de un proyecto de ley perverso. Rechazo cualquier posibilidad de hablar de un proyecto de ley golpista o de un proyecto de ley que no se ajuste a la Constitución brasileña», ha declarado.
Al ser preguntado por el juez Alexandre de Moraes sobre el contenido de las reuniones con comandantes militares a finales de 2022, el exmandatario ha afirmado que abordaron la posibilidad de actuar «dentro de la Constitución», según recoge el portal de noticias G1.
«No puedo garantizar que tal o cual asunto se discutiera tal o cual día. Las reuniones que se llevaron a cabo se basaron, en gran medida, en la decisión del TSE (Tribunal Superior Electoral). Cuando presentamos una petición sobre posibles vulnerabilidades y, al día siguiente, no fue aceptada, no se discutió más», ha declarado.
Bolsonaro ha considerado que el pago de una multa impuesta por el TSE contra su formación política, el Partido Liberal, por pedir la invalidez de los comicios impidió, a su entender, cualquier cuestionamiento del resultado electoral. «Entendíamos que, si apelábamos, la multa podría aumentar», ha manifestado.
Asimismo, ha rechazado que su gobierno discutiera la posibilidad de llevar a cabo plan golpista: «Por mi parte, nunca se habló de un golpe de Estado. Es abominable. Sería fácil iniciarlo y las consecuencias serían impredecibles y perjudiciales para todos. Brasil no podría pasar por una experiencia así. La posibilidad de un golpe ni siquiera se consideró durante mi gobierno», ha dicho.