El exdiputado y figura clave de la oposición venezolana, Julio Borges, ha revelado nuevos detalles sobre las amenazas y presiones que sufrió durante las negociaciones con el régimen de Nicolás Maduro en 2018, cuando intentaban llegar a un acuerdo para celebrar unas elecciones justas en Venezuela.
El político, que actualmente se encuentra en el exilio, ha señalado en una entrevista para el periodista David Placer que los mediadores clave entonces fueron José Luis Rodríguez Zapatero, Jorge Rodríguez y Delcy Rodríguez, jugando un papel fundamental en los intentos reiterados de forzar su firma sobre un acuerdo que habría legitimado al gobierno de Maduro.
Según el político, filósofo y escritor, el proceso de negociación, que tuvo lugar en Santo Domingo (República Dominicana), comenzó con la expectativa de lograr avances en temas cruciales como la legalización de partidos políticos, el levantamiento de inhabilitaciones y el respeto a los derechos humanos. Sin embargo, a medida que avanzaban las conversaciones, el régimen endureció su posición y la situación se deterioró. «Durante los meses de negociación, en lugar de mejorar las condiciones, todo empeoraba. Más partidos eran ilegalizados, aumentaban los presos políticos, y las condiciones electorales se volvían menos transparentes», ha denunciado.
En este contexto, Borges ha destacado que el papel de Zapatero, en teoría mediador, fue en realidad el de un «gestor de los intereses de Maduro». También ha relatado que, en la recta final de la negociación, cuando él decidió no firmar el acuerdo propuesto —que sí ha firmado ahora Edmundo González—, recibió amenazas directas por parte de Zapatero. «Me dijo que no había visto su peor cara, y que si no firmaba, vería lo que me iba a pasar», ha revelado Borges, añadiendo que también hubo coacciones contra su familia y su equipo político.
Las presiones fueron más allá de las amenazas. Ha indicado que se le ofrecieron «caramelos envenenados» en forma de promesas para legalizar partidos y liberar a algunos presos políticos si accedía a firmar, pero al rechazar esas ofertas, el régimen recurrió a la represión y lo convirtió en su principal objetivo. «Me quitaron mi casa en Caracas, algunos de mis compañeros fueron encarcelados, y otras personas cercanas a mí también fueron despojadas de sus bienes», ha señalado.
El líder opositor también ha denunciado que detrás de las negociaciones había intereses económicos en juego. Ha asegurado que hubo intentos de soborno, insinuando que la firma del acuerdo podría haber desencadenado un aumento en el valor de los bonos de la deuda venezolana, lo que habría beneficiado a ciertos actores financieros.
Borges ha concluido explicando que el objetivo principal de Zapatero y el régimen de Maduro era lograr un acuerdo que les permitiera obtener reconocimiento internacional y así legitimar las elecciones presidenciales de 2018, en las que finalmente Maduro resultó reelegido en un proceso ampliamente criticado por la comunidad internacional.