«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Defiende la ideología de género, la eutanasia y el aumento de impuestos

Boric reinvidica la agenda ‘woke’ en su rendición de cuentas y se aleja de los problemas reales de los chilenos

El presidente electo de Chile, Gabriel Boric. Reuters
El presidente electo de Chile, Gabriel Boric. Reuters

El miércoles 1 de junio el presidente izquierdista chileno, Gabriel Boric, se dirigió en Cadena Nacional para sostener su primera Cuenta Pública. En ella, anunció cinco ejes programáticos en los que su Gobierno buscará avanzar para hacer reformas estructurales al país, lo que significa una ruta para alejarse de los pilares del progreso y la libertad. Asimismo, adoleció de medidas en las materias que más preocupan a los chilenos, como la seguridad, la violencia, el aumento del costo de vida y la inflación.

Históricamente, Chile ha celebrado la Cuenta Pública cada 21 de mayo —fecha que coincide con el Día de las Glorias Navales—, pues, este acto republicano quedó consagrado así en la Constitución de 1833. Empero, en 2017, la expresidente Michelle Bachelet modificó la fecha para que se realice cada 1 de junio. Por eso, Boric dio su discurso este miércoles.

La Cuenta Pública debía comenzar a las 11:00am (hora local), sin embargo, Boric y la ministra del Interior, Izkia Siches, llegaron con minutos de atraso. Esto permite sostener que es una tendencia del presidente Boric llegar tarde a las ceremonias republicanas, tal como ocurrió en el cambio de mando el pasado 11 de marzo —ocasión en la que el mandatario chileno acusó al rey de España de haberse atrasado, demorando toda la ceremonia, situación que fue desmentida desde la Corona española—. Igualmente, y como era de esperar, llegó sin corbata a un acto que tiene de trayectoria casi dos siglos.

Con todo, recién a las 11:23 horas Boric entró al Salón del Congreso, por lo que se pudo iniciar la ceremonia por el presidente del Senado, quien dio paso para entonar el Himno Nacional. Finalmente, Boric comenzó su discurso a las 11:28 horas, con casi media hora de retraso.

El presidente chileno inició su discurso sosteniendo que presentará los principales lineamientos de cambios que quiere empujar su sector, de los cuales destaca el aumento en los impuestos con la reforma tributaria, creación de un ministerio y la promulgación de una serie de derechos sociales que dialogan con narrativas ideológicas como las antihumanistas, las feministas, de género, las indigenistas y ecologistas. Despreciando las reales necesidades de los chilenos en materia de seguridad, violencia, inflación y costo de vida.

Estos cinco lineamientos fueron 1) Derechos Sociales, 2) Mejor Democracia, 3) Justicia y Seguridad, 4) Crecimiento Inclusivo y 5) Medio Ambiente, los que reúnen cerca de sesenta medidas. Entre ellas, sin duda resaltan aquellas que buscan trastocar el sentido común, la concepción que se tiene de persona humana, de familia, de niñez y adultez, y de dignidad, como también aquellas que alejan a los chilenos de una sociedad libre:

-Anunció que se pondrá urgencia al proyecto de ley sobre la eutanasia, bajo el eufemismo de una muerte digna. En lugar de promover cuidados paliativos y un acompañamiento integral al enfermo y a su familia, para el frenteamplismo chileno es más fácil matar a una persona.

-Asimismo, insistió con la Educación Sexual Integral, recalcando que será impartida en todos los niveles educativos. A pesar de la experiencia comparada —como ha sido el caso de Argentina— y que fue rechazada por el Congreso el año pasado, las izquierdas no se cansan en tratar de adoctrinar sexualmente a los menores de edad, sin importarles qué tan pequeños sean. Esto implica, además, pasar a llevar el rol de la familia en este aspecto.

-En materia de Educación, informó que condonará la deuda universitaria sin especificar cómo se financiará. En esta misma línea, señaló que impulsará un proyecto de ley de “Reparación de la Deuda Histórica” a los profesores, quienes, además, podrán gozar de no ser medidos pues buscará poner fin a la doble evaluación docente.

-En materia de mayor democracia —que finalmente apunta a la “democracia radical” que promovieron los post-marxistas Ernesto Laclau y Chantal Mouffe— dijo que se hará un convenio llamado “más amplitud, más voces, más democracia”, que apunta al derecho a la comunicación. Esta medida, sumamente ambigua, permite dudar si existirá intervención estatal en las líneas editoriales de los distintos medios de comunicación.

-Igualmente, dijo explícitamente que su Gobierno impulsará lineamientos feministas, de género. Como, por ejemplo, que se sigan estos principios a nivel interministerial y en otras instituciones como las Fuerzas Armadas. Y, como si fuese poco, el Gobierno de Boric asumirá una “Política exterior feminista”. Del mismo modo, las disidencias sexuales no quedaron fuera de las promesas, por lo que cada política pública que emane desde el actual gobierno, seguirá las políticas LGBTIQ+.

-En materia de pueblos indígenas, habló del “Buen vivir” que no es lo mismo que vivir dignamente. Este concepto, proveniente de la guerrilla del EZLN, se levanta como una forma de resistencia y rechazo al progreso y desarrollo que ha traído el sistema capitalista a Latinoamérica. El Buen Vivir es un “modo de vida” que se sale de la norma, que niega la economía libre, por tanto se declara anticapitalista y antineoliberal, siguiendo praxis políticas horizontales, por lo que se opone al Estado-Nación. Por ello, regalarán tierras a mapuches y sus autoridades serán consideradas como tal según la “legislación” (que no existe) indígena.

-En materia de Seguridad, anunció el plan “Menos Armas, Más Seguridad” que busca prohibir completamente la tenencia de armas, dejando indefensa a la ciudadanía de la delincuencia —que ha alcanzado niveles de violencia extrema— y de los actos insurrectos. Igualmente, anunció la creación de un nuevo ministerio, el de “Seguridad Pública, Protección Civil y Convivencia Ciudadana”, que tiene el fin de “fortalecer el control civil”. Nuevamente, surgen más ambigüedades, pues pareciese que se apunta hacia una policía civil —y el despilfarro de más dinero agrandando el Estado—.

-Se anunciaron planes menores para combatir la delincuencia común, pero no hubo ningún pronunciamiento sobre combatir el narcotráfico ni el terrorismo que vive la macrozona sur de La Araucanía a causa de la guerrilla mapuche.

-Como una forma de que el país logre retornar al sendero del crecimiento económico, Boric y su Gobierno creen que se puede lograr mediante una Reforma Tributaria que aumente el impuesto a los ciudadanos y, por tanto, el costo de vida.

Con todo, y a pesar de que el discurso del presidente Boric se extendió por 2:15 horas, los anuncios parecieron más una declaración de principios que anuncios relevantes en materia gubernamental. Pues se observó un enfoque sumamente ideologizado, alejado de todo sentido común: por ejemplo, insertar términos en la opinión pública como el “Buen Vivir”. No solo desconocen la dignidad humana con la eutanasia o el rol de la familia a la hora de educar a los menores de edad, sino que en materia de progreso económico se apunta en sentido contrario.

En definitiva, desconocer en Cadena Nacional la importancia que tiene la seguridad, la violencia, el aumento del costo de vida y la inflación para los chilenos explica, en algún grado, por qué, en la encuesta Cadem de esta semana, Boric tiene un 57% de desaprobación en su primera Cuenta Pública. Esto nos permite reflexionar y sostener que los discursos de la diversidad y las narrativas “woke” dejan de tener cabida cuando las personas ven a su familia vulnerada al igual que su bienestar espiritual y material. Igualmente, la poca experticia de sus asesores devela un penoso discurso y puesta en escena que de rendición de cuentas nada tiene.

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