Las protestas contra Lula da Silva que llevan semanas ocurriendo en Brasil, motivadas en los Ćŗltimos dĆas por las medidas aprobadas por la vĆa del decreto durante su primera semana en el poder, desembocaron en la irrupción de los manifestantes en los edificios de los tres poderes del paĆs iberoamericano.
En las marchas que del sĆ”bado se extendieron hasta el domingo, miles de manifestantes se dirigieron hasta Brasilia para exigir que frenase la aplicación de los cambios normativos al Poder Legislativo, el Ćŗnico que todavĆa se mantiene relativamente independiente de Lula y sus apoyos.
Los manifestantes, activos de manera pacĆfica desde la segunda vuelta de las elecciones, accedieron a las sedes de los tres poderes gracias a la poca seguridad que suele haber los domingos en Brasilia. Subiendo la rampa del Congreso Nacional y ocupando la azotea del Parlamento, antes de ingresar al recinto. TambiĆ©n irrumpieron en el Palacio del Planalto, la casa de gobierno donde el presidente y sus ministros tienen sus oficinas, y en el edificio del Plenario de la Corte Suprema Federal, donde se reĆŗnen los jueces.
Ni polĆticos ni jueces, en el recinto
Cuando se produjeron los hechos, Lula se encontraba de visita oficial en Araraquara, en el estado de Sao Paulo. SegĆŗn fuentes locales, el presidente ya preparaba el regreso a Brasilia cuando sus asistentes le informaron lo que estaba ocurriendo . De igual modo, al ser domingo, ninguno de los congresistas, jueces supremos y ministros se encontraba en los edificios gubernamentales, por lo que los manifestantes no chocaron en ningĆŗn momento con las autoridades del gobierno.
A pesar de ello, y segĆŗn la experiencia de las protestas en Washington del pasado 6 de enero de 2021, es de esperar el Gobierno de Lula, que movilizó a la PolicĆa Militar desde Sao Paulo, harĆ” uso de lo ocurrido en Brasilia para reforzar y terminar de naturalizar la persecución a los opositores mĆ”s activos a su gobierno, a travĆ©s de órganos como el nuevo Ministerio de la Verdad.
Las reclamaciones de los manifestantes
Los manifestantes, en su mayorĆa simpatizantes de Bolsonaro, piden que el Congreso Nacional intervenga para frenar las decenas de medidas de emergencia que ha tomado Lula por decreto desde el mismo dĆa de su toma de posesión, en que anuló sin pasar por el Congreso donde estĆ” en minorĆa todas las reformas, privatizaciones, techo de gasto y recorte del dĆ©ficit fiscal del Ejecutivo anterior que buscaban obstaculizar el asalto del poder polĆtico al poder económico brasileƱo.
TambiĆ©n piden que el Congreso abra una investigación sobre las denuncias de fraude electoral, expandiendo sobre lo investigado por un comitĆ© del Senado que escuchó a mĆŗltiples auditores explicar por quĆ© las elecciones de noviembre del aƱo pasado deberĆan ser deslegitimadas.