Un estudio de CB Consultora Opinión Pública de Argentina calificó a la presidenta peruana Dina Boluarte como la peor gobernante de Sudamérica, ocupando el último puesto del ranking.
Según la última encuesta del mes de diciembre de esta consultora, Boluarte obtuvo 76.4% de valoración negativa, un 3.1% más que el mes anterior.
El informe señala que nadie considera «muy buena» la gestión de Boluarte al frente del Gobierno del país andino. El 55.7% de los encuestados calificó de muy mala la imagen de la jefa de Estado, mientras que un 20.7% la considera solo mala.
En contraste, solo un 15.8% valora su desempeño como «bueno» y el 3.9% de los participantes no sabe/no contesta.
El sondeo de CB Consultora Opinión Pública fue realizado entre el 20 y el 23 de diciembre en Brasil, Colombia, Argentina, Venezuela, Chile, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Uruguay, y Perú; tomando como muestra 12,095 casos y con un margen de error de +/- 2%.
El primer lugar del ranking lo ocupa el argentino Javier Milei (518%). Al presidente libertario lo acompañan el uruguayo Luis Lacalle Pou (49,8%), el paraguayo Santiago Peña (46,7%), el ecuatoriano Daniel Noboa (44,4%) y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (44,3%).
Más abajo están ubicados los presidentes calificados como “peores”, como el chileno Gabriel Boric (40,2%), el colombiano Gustavo Petro (39,9%), el boliviano Luis Arce (33,6%), el venezolano Nicolás Maduro (29,5%) y la peruana Dina Boluarte (19,7%).
Solo un 3% la respalda en el Perú
Una última encuesta de Datum Internacional para el diario El Comercio arroja que la aprobación a Boluarte llega a su punto más bajo, reduciéndose a solo un 3% de respaldo a nivel nacional.
El rechazo a su gestión subió a un 94%, dos puntos porcentuales respecto al sondeo de octubre, lo que la acerca a mínimos que empiezan a bordear márgenes de error.
En la misma línea, su primer ministro Gustavo Adrianzén recibe un 81% de rechazo mientras que su ministro de Economía y Finanzas, José Arista, también se ubica en una posición deshonrosa con 75%.
Este estudio también recoge la desconfianza ciudadana hacia fiscales y jueces, con 80% y 77% respectivamente. La población los señala como los responsables de que los delincuentes capturados por la policía sean liberados.
La Policía Nacional (PNP) tampoco se libra del rechazo ciudadano, pues un 62% los considera corruptos y un 23% incapaces.