«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
mantenían relaciones desde las negociaciones de 2023 en México y Barbados

Edmundo González se refugió en la Embajada de Países Bajos por su desconfianza hacia Sánchez

Edmundo González. Europa Press

Edmundo González Urrutia, ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela, decidió buscar protección en la Embajada de Países Bajos en Caracas en lugar de acudir a la española, influido por la desconfianza que la oposición venezolana tenía hacia el Gobierno de Pedro Sánchez.

La oposición venezolana ya mantenía relaciones cercanas con Países Bajos desde las negociaciones de 2023 en México y Barbados, en las que este país europeo jugó un rol clave como mediador. En esas conversaciones participaron representantes de países como Rusia, Estados Unidos, Francia, Colombia, Brasil, y Noruega, entre otros. La presencia de Rusia fue una decisión de Nicolás Maduro, mientras que la oposición optó por la mediación de Países Bajos, descartando a España, lo que subrayó la poca implicación española en estas cruciales negociaciones.

El acuerdo alcanzado en Barbados entre el oficialismo y la oposición venezolana estableció una hoja de ruta hacia las próximas elecciones presidenciales, respaldado por varias naciones. La ausencia de España en el proceso supuso un duro golpe para la diplomacia española, que hasta ese momento había desempeñado un rol significativo en la región. Países como Francia y Países Bajos aprovecharon la situación para ganar influencia en una zona que tradicionalmente estaba más alineada con España.

José Manuel Albares, ministro de Exteriores de España, se ofreció en enero de 2023 para participar en las negociaciones entre el régimen de Maduro y la oposición. No obstante, en ese momento admitió que no había una solicitud formal para que España interviniera, a diferencia del proceso de paz en Colombia con el ELN, donde sí jugaba un papel activo.

A pesar de los esfuerzos del gobierno español, la oposición venezolana, representada por Gerardo Blyde, jefe negociador, mantuvo su desconfianza hacia Madrid, prefiriendo buscar apoyo en Países Bajos. Fue en este contexto que Edmundo González Urrutia decidió solicitar asilo en la embajada holandesa poco después de las primeras represalias del régimen chavista tras la noche electoral.

La embajada holandesa aceptó la solicitud de refugio de González Urrutia, lo que pocos funcionarios en La Haya sabían. Desde esa embajada, grabó varios mensajes pidiendo a Maduro facilitar una transición política. Sin embargo, el creciente acoso del régimen sobre otras embajadas, como la argentina, donde se refugiaron varios opositores, llevó a González Urrutia a pedir su traslado a España a principios de septiembre.

El líder opositor apenas pasó dos días en la residencia del embajador español, Ramón Santos, ubicada a escasa distancia de la holandesa. Su traslado se hizo de manera rápida y sigilosa, evitando que el régimen de Maduro conociera su paradero. Tras su llegada a la embajada española, el equipo de Albares inició gestiones con el gobierno venezolano para obtener salvoconductos que permitieran la salida del país del candidato y su esposa, contactando incluso al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero para mediar con Caracas.

El régimen de Maduro presionó a González Urrutia para que abandonara el país una vez que se enteraron de su refugio en la embajada española. Esta presión incluyó rodear la embajada argentina, donde permanecían varios opositores. La tensión aumentó al punto que se temía un posible asalto a la residencia.

Finalmente, el gobierno venezolano presentó una protesta formal ante Países Bajos por haber acogido al candidato opositor durante más de un mes. Coromoto Godoy, representante de Exteriores de Venezuela, acusó a Países Bajos de injerencia y de ayudar a González Urrutia a evadir la justicia venezolana. Según Godoy, el país europeo encubrió las actividades del líder opositor y le permitió evitar las citaciones judiciales que lo requerían.

Fondo newsletter