El Gobierno de Estados Unidos ha pedido a China que «desista de su conducta provocativa e insegura» y ha mostrado su apoyo a Filipinas después que unos barcos chinos supuestamente cortaran el paso a unos guardacostas filipinos en el mar de China Meridional, provocando casi una colisión.
«Estados Unidos apoya a Filipinas frente a la continua violación de la libertad de navegación en el Mar de China Meridional por parte de la Guardia Costera de la República Popular China (RPC)» ha explicado en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Ha añadido que «las imágenes y los vídeos publicados recientemente en los medios son un claro recordatorio del acoso y la intimidación de la República Popular China a los barcos filipinos mientras realizan patrullas de rutina dentro de su zona económica exclusiva».
«Estados Unidos apoya a nuestros aliados filipinos en la defensa del orden marítimo internacional» ha querido remarcar Miller y ha recordado que cualquier ataque a las fuerzas armadas filipinas «invocaría los compromisos de defensa mutua de EEUU».
Estas interferencias son una serie de maniobras llevadas a cabo por barcos chinos que supuestamente estuvieron a punto de suponer la colisión entre embarcaciones. Una el 19 de abril y otra cuatro días después, que fue el más significativo de estos dos incidentes, con dos patrullas a 50 yardas (unos 45 metros) de chocar.
Por su parte, Pekín acusó a Manila de entrometerse en aguas territoriales chinas y de llevar a cabo «movimiento deliberados de provocación», agregando que sus autoridades marítimas actuaron con «profesionalidad y moderación».
El Second Thomas Shoal es un atolón en las Islas Spratly, en el Mar de China Meridional. La Armada filipina mantiene ahí a un pequeño contingente militar de apenas una docena de soldados a bordo de un barco estadounidense que fue varado intencionalmente en 1999 para reforzar los reclamos territoriales de Filipinas.