El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha decretado este miércoles un nuevo estado de excepción en cuatro provincias andinas durante 30 días por las protestas en el país, lideradas principalmente por organizaciones indigenistas, a las que se han contrapuesto a su vez otras movilizaciones de ecuatorianos contrarios.
El estado de excepción se circunscribe en las pronvicias de Azuay, Imbabura, Sucumbíos y Orellana «por ser aquellas donde se concentran la mayoría de actos violentos que atentan contra la integridad física de las personas, provisión de combustibles y el normal desenvolvimiento de las actividades económicas», esgrime el decreto Ejecutivo 463, tal y como ha recogido ‘El Comercio’.
«Esta decisión tiene el objetivo de recuperar el orden público, controlar situaciones violentas, proteger áreas reservadas, asegurar la provisión de medicamentos, gases medicinales, oxígeno para hospitales y clínicas, combustibles y alimentos, y la integridad de la ciudadanía», ha agregado en un comunicado de la secretaría de comunicación.
En el margen de este estado de excepción en Azuay, se ha establecido un toque de queda durante todos los días de 21.00 a 05.00 horas (hora local).
Del mismo modo, habrá restricción a la libertad de tránsito en Sucumbíos y Orellana pero desde las 19.00 horas hasta las 05.00 horas (hora local). En Imbabura se impondrá un toque de queda.
Asimismo, el decreto ha indicado que los cuerpos de seguridad deben observar «el estándar del uso progresivo de la fuerza».
El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, ha solicitado este mismo miércoles a Lasso, que aplique el estado de excepción en la capital del país ante las protestas de organizaciones indígenas.
Desde que se inició el paro nacional en Ecuador el 13 de junio por el alto coste de vida, Lasso ha decretado en tres ocasiones estados de excepción parciales.