El Gobierno de Argentina ha anunciado este viernes una «profunda reestructuración» del Fondo Nacional de las Artes (FNA), con el objetivo de rescatar «el espíritu original» de este organismo que, a su juicio, gasta una «proporción inaceptable» de sus recursos en sí misma en lugar de «ser una fuente de financiamiento para los artistas».
«La organización necesitaba un importante rediseño: cobra derechos de autor de obras universales pero gasta una proporción inaceptable de esos recursos en sí misma; así un organismo que se suponía que debía ayudar al arte en la práctica con los años fue convirtiéndose en una carga para el sector», ha expresado el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, en la red social X.
Sturzenegger ha agregado que el propósito de este decreto es «ordenar las tareas del FNA y rescatar su espíritu original: ser una fuente de financiamiento para los artistas», motivo por el que limitará el uso de sus fondos al «otorgamiento de créditos a los artistas».
El Ejecutivo argentino ha señalado que el FNA destinó en 2023 el 72% de su presupuesto a gastos de funcionamiento y ha reivindicado que los cambios anunciados buscan «un FNA sustentable en beneficio de los artistas y no de la burocracia», de forma tal que «su actividad principal sea ofrecer oportunidades y financiamiento pero no regalar dinero».
El decreto contempla las donaciones privadas, que serán «los únicos recursos que podrán usarse para otorgar becas o subsidios», junto a las ganancias financieras de los créditos.
Asimismo, la nueva normativa —en vigor a todos los efectos a partir del 1 de abril de 2025— reducirá los poderes del consejo directivo del Fondo, que pasará a ser ‘ad honorem’, después de que «el kirchnerismo le asignara abultados sueldos», del mismo modo en que recortará las nóminas de su personal un 25%, «generando una estructura más eficiente y profesional».