El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, afirmó ante los medios que las recientes concentraciones del pueblo venezolano que rechaza la legitimación del fraude electoral del régimen chavista de Nicolás Maduro son «un intento de golpe de estado». Asimismo, acusa a la movilización de ser un complot «fraguado nuevamente por factores fascistas de la derecha extremista, apoyados por los factores imperiales».
En respuesta, defiende a Nicolás Maduro, quien, según Padrino López, «se ha puesto al frente para detenerlo nuevamente junto con el pueblo de Venezuela que lo eligió presidente». Para ello, según los distintos videos publicados y declaraciones de los opositores, las fuerzas de seguridad han estado enfrentándose a los manifestantes, disparándoles y causando, hasta el momento, más de siete muertes.
Además, han secuestrado a varios opositores, incluyendo al dirigente de Voluntad Popular, Freddy Superlano. Este último caso ha llevado a que distintos políticos, como el senador republicano estadounidense Marco Rubio, denuncien el secuestro por parte del «narco-régimen cobarde de Maduro».