La Convención Constitucional de Chile pone fin este lunes formalmente a sus trabajos de redacción de una nueva Carta Magna sin que haya garantías de aprobación del flamante proyecto, ya que más de la mitad de los ciudadanos se inclinan por ahora por votar «no» en el plebiscito del 4 de septiembre.
La Convención concluyó el 28 de junio su trabajo, después de casi un año en el que elaboró un total de 388 normas repartidas en once capítulos. Este lunes, el proyecto pasa a una nueva etapa en la que el presidente izquierdista, Gabriel Boric, deberá convocar formalmente el referéndum.
El propio Boric ha reconocido en varias ocasiones su preocupación por la aparente desafección ciudadana en torno a una iniciativa con la que Chile aspiraba a pasar página de las movilizaciones sociales iniciadas en octubre de 2019.
Un 51 por ciento de los chilenos se inclina a día de hoy por rechazar la Carta Magna, según la Encuesta Plaza Pública Cadem, que sitúa esta opción 17 puntos por encima de quienes apuestan por el «sí» (34 por ciento). Los indecisos y quienes dicen que no votarán suman un 15 por ciento del total.
Un 50 por ciento da por hecho que en septiembre se impondrán las voces críticas con la nueva Constitución, marcada por un sesgo izquierdista y que aún no ha leído el 45 por ciento de las personas entrevistadas en este sondeo.
También ha crecido el rechazo a la gestión de Boric, que tras crecer 15 puntos en un mes se sitúa en torno al 62 por ciento. Solamente uno de cada tres (33 por ciento) respalda la labor del presidente, que tomó posesión el 11 de marzo.