Cuando faltan apenas horas para el inicio de un nuevo período presidencial en Venezuela, la tiranía encabezada por Nicolás Maduro ha decidido arreciar en el cerco a la disidencia echando mano de la militarización de las calles, el secuestro y hostigamiento de familiares de María Corina Machado y Edmundo González y una política cada vez más marcada de aislamiento con respecto a la región.
El martes González denunció que agentes del régimen se habían llevado detenido a Rafael Tudares, su yerno, mientras este se disponía a llevar a los nietos del líder opositor a la escuela. El anuncio coincidió con la culminación de su gira por los Estados Unidos, donde incluso llegó a reunirse con el presidente Joe Biden el lunes, poniendo rumbo posteriormente a Panamá.
Paralelamente la líder opositora venezolana María Corina Machado alertó desde la clandestinidad de una nueva operación de acoso contra la vivienda de su madre, ubicada en Caracas.
«Desde hace unas horas, agentes del régimen han rodeado la casa de mi mamá, han puesto alcabalas en toda la urbanización y sobrevolado con drones. También se fue la luz en la zona. Mi mamá tiene 84 años, está enferma, con afecciones crónicas de salud. Maduro y compañía, ustedes no tienen límite en su maldad. Cobardes», expresó Machado en su cuenta en X.
La militarización de las calles
Todo ello ha coincidido con la orden del régimen de militarizar las calles de las principales ciudades de Venezuela, instalando puntos de control en las vías y reforzando los dispositivos de seguridad en los accesos terrestres a la capital venezolana, en donde en teoría tiene que llevarse a cabo el acto de investidura presidencial el próximo viernes.
Numerosos reportes en redes sociales incluso dan cuenta de situaciones en la que los agentes policiales y militares de la dictadura han optado incluso por revisar los móviles de peatones y conductores en dichos puntos de control, con miras a descubrir si están involucrados en «conspiraciones» o iniciativas «terroristas».
Uno de los artífices de esta política es el actual ministro de Interior de la dictadura, Diosdado Cabello Rondón, quien ha sido considerado como el número dos del chavismo por años. Durante los últimos días Cabello ha publicado vídeos en X en donde se le ve «patrullando» Caracas y emitiendo amenazas de posibles retaliaciones frente a cualquier iniciativa que adelante la oposición en el sentido de desconocer el nuevo mandato de Maduro.
El aislamiento internacional
Estos señalamientos han tocado además a actores internacionales. El ministro chavista instó a abstenerse de pisar territorio venezolano al grupo de expresidentes liderados por Andrés Pastrana que previamente había anunciado su intención de acompañar a Edmundo González en su regreso a Venezuela. La acción de Cabello además fue refrendada la tarde del martes por la Asamblea Nacional, que declaró a los exmandatarios y miembros de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) ‘persona non grata’, vetando su ingreso a la nación hispanoamericana.
Como ha ocurrido antes, Maduro parece haber optado por la vía del aislamiento internacional, haciendo caso omiso al señalamiento del nuevo período presidencial que inicia el viernes como uno de tipo inconstitucional e ilegítimo. Para mediados de esta semana ya han sido varias las cancillerías que incluso han decidido romper relaciones diplomáticas con Caracas.
Así, a la iniciativa del presidente argentino Javier Milei, que ha abanderado desde hace meses la política regional de no reconocer el fraude perpetrado por el tirano venezolano el 28 de julio, se han unido ahora países como Paraguay, Perú y Chile, con lo que hasta ahora pasa de la decena el número de naciones iberoamericanas que han decidido no convalidar un nuevo mandato chavista.
Maduro, dispuesto a dar la vida
Nicolás Maduro, por su parte, ha anunciado la detención de siete «mercenarios» de tres nacionalidades diferentes, a los que ha acusado de viajar al país iberoamericano para cometer actos «terroristas», un día después de la captura de otras 125 personas bajo las mismas acusaciones.
«Hoy hemos capturado a siete mercenarios extranjeros incluyendo a dos importantes mercenarios de Estados Unidos (…) Los agarraron con los kilos, compadre, como nunca antes. Venían a desarrollar acciones terroristas contra la paz de Venezuela. Dos sicarios colombianos, capturados en lugares distintos del país, y tres mercenarios que venían de la guerra de Ucrania a traer violencia al país», señaló Maduro.
En un acto en el que le han acompañado funcionarios militares encabezados por el ministro de la defensa Vladimir Padrino López, Maduro ha aseverado enfáticamente que está dispuesto a dar la vida para defender su permanencia en el poder.
«No se equivoquen conmigo, no se vuelvan a equivocar conmigo. No se equivoquen con el pueblo de Venezuela que estamos resueltos y decididos a vencer, a preservar la paz, a preservar la independencia nacional, a defender los derechos del pueblo con nuestra propia vida si es necesario entregarla«, ha dicho además el tirano venezolano.