La expresidente de Bolivia Jeanine Áñez se vio imposibilitada de asistir al entierro de su madre, quien falleció el jueves en Santa Cruz. Pese a contar con un «permiso» temporal para poder viajar a dicha provincia, las autoridades de la cárcel donde se encuentra recluida en La Paz obstaculizaron el traslado.
Juan Carlos Limpias, quien funge como director del mencionado penal arguyó que la documentación para permitir el viaje de Áñez a Santa Cruz tuvo un «retraso» en su entrega, arribando de «manera extemporánea» a la administración de la cárcel.
Por su parte, el régimen de Luis Arce, a través del ministro de Gobierno, Eduardo Castillo, señaló que el Ejecutivo había expedido una autorización previa para que Áñez estuviese con su madre en sus últimas horas de vida, una especie que ha sido categóricamente desmentida por la hija de la exmandataria, Carolina Ribera.
«Ella murió rodeada del amor de sus hijos y sus nietos, y la única que faltó fue su hija menor, que es mi madre», afirmó Ribera.
Añez cumple desde 2022 una condena de 10 años de prisión por su supuesta implicación en un golpe de Estado para deponer al expresidente Evo Morales en 2019.
