El Ministerio de Exteriores de Venezuela ha anunciado este jueves la expulsión del personal de la oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) por «agredir la soberanía y autodeterminación del país con mentiras, falsificaciones, desinformaciones y manipulaciones».
«Esta decisión es tomada debido al impropio papel que esta institución ha desarrollado, que lejos de mostrarla como un ente imparcial, la ha llevado a convertirse en el bufete particular de los grupos golpistas y terroristas que permanentemente se confabulan contra el país», ha indicado en un comunicado.
Caracas ha dado un plazo de 72 horas al personal de la oficina para abandonar el país y ha anunciado una «revisión integral de los términos de cooperación técnica descritos en la Carta de Entendimiento firmada con dicha oficina en los próximos 30 días».
En concreto, ha determinado que esta medida se mantendrá vigente hasta que la oficina rectifique «públicamente ante la comunidad internacional su actitud colonialista, abusiva y violadora» de la Carta de Naciones Unidas.
En este sentido, ha acusado a la oficina de mantener «una postura claramente sesgada y parcializada» y de «generar impunidad para las personas involucradas en diversos intentos de magnicidio, golpes de Estado, conspiraciones y otros graves atentados» contra la soberanía del país, así como contra su Constitución.
Esta decisión se produce en medio del recrudecimiento de la embestida del régimen contra la oposición venezolana, días después de que fuese detenida Rocío San Miguel, una reconocida activista hispano-venezolana de oenegés vinculadas a la defensa de derechos humanos y quien además es experta en el área militar.