El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil aprobó esta semana una ley que endurece los controles impuestos a las redes sociales, reforzando la política de vigilancia a los contenidos que allí se publican y con miras a hacer frente a las «noticias falsas» y a las campañas que promueven «discursos de odio» en dichas plataformas.
El nuevo ordenamiento jurídico afectará las operaciones en el país de empresas como TikTok, X, Facebook, Instagram y otras redes sociales, disponiéndose que las mismas deben suprimir «inmediatamente» cualquier contenido que se sospeche que promueva «acciones antidemocráticas», «discursos de odio» y otros delitos, sin que se amerite una orden judicial previa para ello.
La medida ha generado preocupación en algunos sectores de la sociedad brasileña que consideran que, tras la vuelta al poder del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, se ha tendido a buscar suprimir desde el Poder Judicial las críticas vertidas en estos canales de comunicación contra el Ejecutivo del Partido de los Trabajadores (PT).
La lucha por la libertad de expresión
La nueva disposición legal indica que las empresas que no actúen oportunamente para «proteger» a los usuarios podrían ser responsabilizadas de una serie de daños a los mismos.
«Preservamos en la mayor medida posible la libertad de expresión, sin permitir, sin embargo, que el mundo caiga en un abismo de incivilidad, legitimando discursos de odio o crímenes indiscriminadamente practicados en la red», dijo sobre la aprobación de la ley el presidente del STF, Roberto Barroso.
El juez Alexandre de Moraes, famoso entre otras cosas por haber encabezado una acción el año pasado que llevó a la suspensión temporal del servicio de la red social X en el país iberoamericano, señaló esta semana que las tecnológicas ambicionan gozar de una «inmunidad territorial» que no conoce fronteras, apuntando además que se ha demostrado que la «autoregulación» de las redes sociales ha comprobado que no funciona.
Brasil cuenta actualmente con más de 200 millones de personas activas en internet, por cuanto esta medida supondrá un antes y un después en la vida de la población digital más grande de país alguno en Sudamérica.