El Gobierno de Estados Unidos ha condenado «las últimas detenciones y el acoso constante» perpetrado en Venezuela contra miembros de la «oposición democrática», algo que, según Caracas, sólo demuestra la «angustia» de Washington frente a la inminente derrota electoral de sus «títeres».
El secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, considera la represión «profundamente preocupante», habida cuenta de las «elecciones» del 28 de abril, en las que el dictador Nicolás Maduro aspirará de nuevo a seguir gobernando en Venezuela.
«Los candidatos y activistas venezolanos deberían poder hacer campaña de forma pacífica y sin intimidación», ha reclamado Nichols en un mensaje difundido en la red social X.
El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, ha acusado al secretario adjunto norteamericano de mantener una «vulgar obsesión por ofender a los venezolanos» a costa de entrometerse «en asuntos que no le corresponden».