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Deja en evidencia que no está preparado para gobernar chile

Gabriel Boric protagoniza una accidentada gira en Canadá y EEUU

Gabriel Boric, presidente de Chile. Europa Press

El pasado lunes 06 de junio, el presidente izquierdista chileno, Gabriel Boric, inició su gira internacional en Norteamérica con numerosos tropiezos. El primer destino fue Canadá, en el que se trató de mostrar como “partner” del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, momentos en que dejó en vergüenza a Chile por tratar de hablar dos idiomas que no domina (inglés y francés). Luego, partió a la Cumbre de las Américas, en Los Ángeles (California), ocasión en la que hizo un desaire a Estados Unidos —acusándolo de no estar presente en la cumbre, pero lo que Boric no sabía es que estaba John Kerry en representación de la Casa Blanca—, a horas de tener una reunión bilateral con Joe Biden.

Para todo país tener buenas relaciones con países como Estados Unidos es una buena estrategia. Pues, la comunidad internacional se basa en la cooperación entre Estados. Por ello, la primera gira de Boric hacia Norteamérica ha sido el acontecimiento de la semana. Si bien el relato generalizado de los medios convencionales chilenos sostiene que la gira se desarrolló de buena manera, la realidad es que tuvo numerosos tropiezos.

Como es usual, Boric asistió a todos estos eventos sin corbata, situación que ha sido reiterada ya que se ha esmerado en tratar de demostrar una nueva forma de hacer política a lo millennial y revolucionaria. Sin embargo, fue rebelde hasta que trató de dárselas de políglota ante la reunión bilateral junto al primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau.

Boric habló en inglés y francés, tras leer un discurso escrito en la reunión bilateral con la autoridad progresista canadiense. Empero, sin un guión su performance no salió de manera adecuada ya que develó que no maneja dichos idiomas, lo que generó numerosos memes en las redes sociales. Cabe mencionar que no manejar un determinado idioma, en sí, no es un problema, pues todo mandatario puede usar un traductor simultáneo y hablar su lengua materna. Sin embargo, Boric se rindió ante lo que el izquierdismo considera lenguajes hegemónicos y dominantes e improvisó de una manera penosa.

Por ejemplo, en la posterior reunión ampliada —en la que trataron el tema medioambiental—, el mandatario chileno ya no estaba leyendo un discurso escrito, y demostró que no conoce el vocabulario de esta temática ya que no sabía decir “sequía” en inglés, por lo que Trudeau lo corrigió en público (drought).  Por otro lado, en la reunión bilateral se observó a Boric en cámara hurgándose la nariz y haciendo curiosas muecas. En esta ocasión firmaron un memorándum con lineamientos de ideología de género y concordaron la prohibición de tenencia de armas.

Enseguida, tuvieron encuentros empresariales y posteriormente, como una forma de demostrar una política millenial, Boric y Trudeau fueron a tomar una cerveza a un bar de Ottawa, puesta en escena para mostrar que ambos mandatarios son progresistas y relajados.

Luego, el siguiente destino de Boric fue Los Ángeles, California, lugar en el que aterrizó el lunes en la noche, para participar en la IX Cumbre de las Américas. A este evento asistieron los presidentes y/o representantes de los distintos países del continente, con la excepción de Nicaragua, Cuba y Venezuela.

De igual modo, hubo una reunión enfocada solo en el mundo empresarial, la IV Cumbre de las Américas de los CEO,  en la que Boric aseguró que Chile es un buen destino para invertir, que cuenta con un Estado de Derecho y con una jurisdicción robusta. Pero lo que no mencionó es que la incertidumbre sociopolítica no cesa, que la inflación alcanzó el 11,5% —su nivel más alto desde el retorno a la democracia—, por tanto, el coste de vida de los chilenos no deja de encarecerse. Esta situación se asentó desde la revuelta del 18-O y se profundizó con la Convención Constitucional, procesos políticos que el mismo Boric respalda.

Sin embargo, sin duda lo más bochornoso de la gira de Boric fue cuando cuestionó la ausencia de Estados Unidos en la Cumbre, mientras se discutía la declaración de protección a los océanos, a pesar de que John Kerry —el representante de la Casa Blanca para el Clima— estaba sentado a tres asientos de él.

Precisamente, Boric señaló que “si somos capaces de utilizar nuestro liderazgo para proteger lo que es de toda la humanidad, porque esto no se trata solo de nuestros países, sino que de toda la humanidad, vamos a estar contribuyendo de manera decidida y le vamos a poder decir con más propiedad a los países desarrollados, como Estados Unidos, que no está aquí presente, como la Unión Europea, como China y como India, que tienen el deber de hacer más esfuerzos para proteger nuestro medioambiente”,

Ante esto, rápidamente le entregan un papel a Boric, enviado por la Canciller chilena. Boric pidió nuevamente la palabra y se disculpó con John Kerry para confirmar que sí estaba presente. El representante de EEUU respondió rápidamente al presidente chileno al preguntarle  “¿Dónde está la cerveza?”, tras el desaire de ignorar su presencia en la cumbre.

Tras este gran bochorno, Boric tuvo una reunión bilateral con Joe Biden, que duró solo 40 minutos. En ella, hablaron del aumento del costo de vida, de la inflación, crisis migratoria y de paraísos fiscales. Ante esto, Biden sugirió formar un grupo de trabajo para proponer soluciones y Boric planteó un “pacto tributario global” contra paraísos fiscales.

Durante la jornada de este viernes se espera que los mandatarios americanos firmen una declaración en Los Ángeles.

En definitiva, la performance de Boric fue paupérrima. Dejó en vergüenza a Chile al intentar presentarse como políglota (hubiese sido más digno que hablara en español con un traductor), al limpiarse la nariz con sus dedos, o que le hiciera un desaire a EE.UU. Solo faltó que culpara nuevamente al Rey de España por la supuesta ausencia del representante norteamericano.

Igualmente, a pesar de demostrarse como revolucionario al no usar corbata o tomar cerveza, su ambigüedad lo delata. Pues, le gusta el poder y sus categorías, pues, de igual manera, usa traje. Si realmente le gustase incomodar al establishment, se vestiría con otros ropajes, como lo hacía Evo Morales con sus trajes indígenas; o hablaría en español para exigir a quienes no conocen el idioma a hacer esfuerzos en entenderlo. Dicho de otro modo, Boric es una contradicción en si misma.

En suma, Boric ha demostrado tener nula preparación para liderar Chile, tanto a nivel interno como en el extranjero. En la gira en Argentina, de abril pasado, también ocurrieron varias polémicas como poner en duda la soberanía de ambos países porque, según el presidente frenteamplista, en la Patagonia no habría fronteras.

Por tanto, Boric no alcanza a ser ni un debutante, pues, él junto a su gabinete no entienden que no son estudiantes en práctica, que ya no juegan a la política universitaria. Esto explicaría por qué, Boric tiene solo un 32% de aprobación en sus primeros meses de gobierno, la peor desde el retorno a la democracia, según la última encuesta CEP.

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